El agua es el componente mayoritario en los núcleos de los cometas y en 67P/Churyumov–Gerasimenko ya se había encontrado en forma de vapor en la 'coma' o nube de polvo y gas que lo rodea, así como rastros de la presencia intermitente de hielo en su superficie.
Ahora, los nuevos datos aportados por el instrumento VIRTIS-M, a bordo de la sonda Rosetta, confirman que existe agua helada en el propio núcleo de 67P, en una zona llamada Imhotep. En la imagen se pueden apreciar los lugares donde se encuentra este elemento, señalados por una flecha amarilla y otra blanca.
El estudio, publicado en Nature esta semana, lo ha llevado a cabo un equipo internacional liderado por Gianrico Filacchione del Instituto de Astrofísica y Planetología Espacial en Roma (Italia).
El análisis de los datos infrarrojos proporcionados por el instrumento VIRTIS-M de la nave ha permitido identificar granos de agua helada de tamaño milimétrico –mayores que los encontrados hasta ahora– y otros de unas 50 micras mezclados con material oscuro.
Los investigadores creen que los granos más grandes pueden haber surgido por una exposición ocasional, y consecuente evaporación, de las capas ricas en hielo del interior del cometa, o bien por la fusión de granos más pequeños.
Esto es consistente con la existencia de una estructura en capas del núcleo del cometa 67P, en el que su corteza deshidratada exterior puede estar encima de capas enriquecidas con agua helada.