Científicos del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) de Zurich, dirigidos por el profesor Peter Seeberger, han desarrollado un nuevo test basado en la detección de unas moléculas azucaradas tóxicas denominadas GPI (glicosilfosfatidilinositol), que están situadas en la superficie del Plasmodium falciparum, el patógeno de la malaria. El método desarrollado por los investigadores demuestra que estas moléculas, que se pueden identificar individualmente, provocan una respuesta inmune en las personas adultas.
El Consejo de Gobierno de la Universidad de Valladolid, a propuesta de la Comisión de Investigación, ha dado hoy luz verde a la creación del Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible, en el que colaborarán investigadores de esta institución académica y del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) de Madrid.
El cangrejo rojo americano y el cangrejo señal, la almeja asiática y el mejillón cebra son las especies invasoras más peligrosas para los ecosistemas de Castilla y León. En esta comunidad, los ecosistemas más vulnerables a estas especies son los ríos, según los expertos del Grupo Especialista en Invasiones Biológicas (GEIB). Esta ONG, con sede en León, participó en la reciente Cumbre Europea de Especies Invasoras que se celebró en Madrid, donde se propusieron medidas para atajar este fenómeno.
El Grupo de Química Organometálica y Catálisis Homogénea de la Universidad de Valladolid dirigido por el catedrático Pablo Espinet trabaja en el estudio del mecanismo de ciertas reacciones químicas con el objetivo de mejorar sus condiciones de aplicación y su eficacia en la síntesis de moléculas delicadas, como las de tipo farmacoactivo. La idea, tal y como precisa Espinet, es "entender cómo se relacionan y transforman las moléculas durante el proceso de síntesis" para, en última instancia, "mejorar" el resultado en el producto químico que se fabrique, bien sea el principio activo de un medicamento u otro tipo de producto.
Cristina Narbona, presidenta de la VIII Conferencia de las Partes (COP8) de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, ha presentado hoy en Madrid los primeros avances de cooperación para la lucha mundial contra la Desertificación, así como el desarrollo de un estudio sobre la importancia de la desertificación en términos de seguridad.
Después de cuatro ponencias que han abordado el tema de salud y mujeres desde una perspectiva clínica, política e histórica, el ciclo ha sido clausurado por la directora del Instituto de Salud Carlos III, Flora de Pablo. La profesora ha recordado que, aunque el 74% de los estudiantes de Medicina son mujeres, sólo hay un 14% de catedráticas españolas, cifra que baja hasta el 12,2% dentro del área de Ciencias de la Salud.
El Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, facilitará la participación de investigadores e investigadoras de excelencia en la Iniciativa de Medicamentos Innovadores de la UE. El instituto trabajará en estrecha colaboración con la Plataforma Española de Medicamentos Innovadores, el Ministerio de Educación y Ciencia y el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).
Una tesis constata que la proliferación de empresas de seguridad privada occidentales en los países empobrecidos está dando lugar a una nueva forma de colonialismo posmoderno. El trabajo desvela las raíces de la legitimidad de estas compañías, a quién rinden cuentas y el impacto que tienen en relación a la soberanía de los países que emplean sus servicios y frente a la seguridad del sistema internacional.
La primera mujer que desde principios de año dirige la Fundación Europea de la Ciencia (FEC), Marja Makarow, ha declarado que la incorporación de las mujeres a la investigación científica es, en parte, una cuestión de percepción. Según ella, las mujeres tienden a dedicarse a ámbitos relacionados, en cierta manera, con los seres humanos, las sociedades, los animales y el entorno, por lo que esta tendencia se puede aprovechar para aumentar su papel en las áreas científicas y tecnológicas.
Un equipo, con participación de investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (centro mixto del CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid) ha demostrado que es posible manipular de modo racional las propiedades mecánicas de un virus. Los resultados, que aparecen publicados en el último número de la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, sugieren potenciales aplicaciones en el campo de la biotecnología y la nanotecnología.