El boquerón, la bacaladilla, la merluza, el gallo y el besugo son capturados al margen de las recomendaciones científicas en aguas de la Península Ibérica. Así lo demuestra la organización internacional de conservación marina Oceana gracias a los nuevos mapas de riesgo elaborados para cada especie. En el Mediterráneo el 82% de los stocks está sobreexplotado.
Los mapas de riesgo para las principales especies pesqueras europeas muestran el estado crítico de muchas de ellas, debido a una gestión alejada de las recomendaciones científicas. En aguas atlánticas de la Península Ibérica algunos stocks de especies como el boquerón, la bacaladilla, la merluza, el gallo, el jurel o el besugo son sobreexplotados.
Este estudio, elaborado por Oceana y que incluye el análisis de la anchoa, el rape, el sable negro, la bacaladilla, el bacalao, el eglefino, la merluza, el arenque, el jurel, el maruca, el gallo, el platija, el besugo, el carbonero, el lenguado y el espadín, responde a la comunicación sobre oportunidades pesqueras para 2012 anunciada ayer por la Comisión Europea (CE), que incluye una evaluación del estado de los stocks europeos y describe los principios sobre los que se basará su futura propuesta que se difundirá en septiembre.
Según la CE, el 63% de los stocks del Atlántico y el 82% del Mediterráneo están sobreexplotados por encima de límites sostenibles. Para la organización, muy pocos stocks se pescan de forma responsable. A esto se añade la inexistencia de las recomendaciones científicas para dos tercios de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) en aguas atlánticas.
“Calificar de ‘gestionados’ a muchos de estos stocks es bastante ridículo teniendo en cuenta que se han ignorado las recomendaciones científicas. Estos mapas de riesgo ilustran la gravedad del problema”, afirma Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana Europa.
Los ecologistas consideran que la sobrepesca y el agotamiento de los stocks se deben en parte al establecimiento de niveles de esfuerzo pesquero y oportunidades (TAC) demasiado elevados para que sean sostenibles.
En 2011, los TAC adoptados por el Consejo Europeo para gestionar los stocks atlánticos han sido alrededor de un 23% más elevados que los recomendados por los científicos para asegurar su explotación sostenible de acuerdo con el enfoque de precaución. “Esta situación dificulta la recuperación de los stocks agotados y sobreexplotados”.
Elegir las medidas adecuadas
“Las decisiones que se tomen sobre las oportunidades pesqueras y otras medidas de gestión deben basarse en el mejor conocimiento científico disponible”, declara Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana Europa.
“Escoger qué recomendaciones se siguen y cuáles se ignoran compromete el estado de conservación de los stocks, reduce su productividad potencial y amenaza la viabilidad social y económica de la pesca a largo plazo”, añade.
Las medidas de gestión puestas en práctica por la Unión Europea (UE) para muchos stocks han contravenido de forma sistemática los compromisos europeos e internacionales sobre la explotación sostenible de los recursos pesqueros y la adhesión al Rendimiento Máximo Sostenible (RMS).
Entre los stocks europeos solo el 13% de los atlánticos y el 18% de los mediterráneos están en el MSY o en transición a este objetivo, “lejos del compromiso internacional aceptado por la UE y los Estados miembros de que todos los stocks alcancen el MSY en 2015”.
Para Oceana, la próxima reforma de la Política Pesquera Común representa “una oportunidad crucial” para establecer un marco legal sólido que permita avanzar hacia una gestión más responsable y sostenible de las pesquerías, y que realmente se base en las recomendaciones científicas.
Para acceder al informe: http://eu.oceana.org/sites/default/files/euo/OCEANA_Risk_Map_Report_Spa.pdf