Muchas especies de peces que componen nuestra dieta están sufriendo graves declives en sus poblaciones. El besugo se une a la larga lista de peces cuya abundancia disminuye. Un equipo de científicos ha comprobado que la sobreexplotación pesquera es la principal responsable de este descenso.
El boquerón, la bacaladilla, la merluza, el gallo y el besugo son capturados al margen de las recomendaciones científicas en aguas de la Península Ibérica. Así lo demuestra la organización internacional de conservación marina Oceana gracias a los nuevos mapas de riesgo elaborados para cada especie. En el Mediterráneo el 82% de los stocks está sobreexplotado.