A falta de un mes y medio para finalizar, 2016 se convertirá en el año más caluroso de la historia, superando a 2015. Los datos preliminares de la Organización Meteorológica Mundial muestran que las temperaturas globales de enero a septiembre han estado 1,2 ºC por encima de los niveles preindustriales y se han incrementado los eventos extremos asociados al cambio climático, como el huracán Matthew del mes de octubre.
Aunque quedan por obtener los datos de los últimos tres meses del año, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha indicado hoy en la Cumbre del Clima de Marrakech (Marruecos) que 2016 será el año más caluroso desde que se tienen registros. Según los datos provisionales sobre el estado global del clima en 2016, el fenómeno de El Niño es en gran parte responsable.
“Otro año, otro récord. Las altas temperaturas que vimos en 2015 habrán sido superadas en 2016”, ha declarado Petteri Taalas, secretario ejecutivo de la OMM, para quien el extremo calor de El Niño ha dado paso al calor del calentamiento global. Los resultados finales serán presentados en enero de 2017.
De enero a septiembre de 2016 las temperaturas fueron 1,2 ºC más elevadas que las de la era preindustrial y 0,88 ºC que la media de 1961-1990. Durante los primeros meses del año se batieron récords en febrero (1,12 ºC más elevadas) y en marzo (1,09ºC).
En general las temperaturas estuvieron por encima de la media de 1961-1990 en la mayoría de las zonas terrestres. En el 90% de las tierras del hemisferio norte experimentaron temperaturas por encima de 1 ºC. En el Ártico ruso, por ejemplo, fueron 6 ºC superiores, y en Alaska y el noroeste de Canadá al menos 3 ºC más.
“Debido al cambio climático, la frecuencia y el impacto de los fenómenos extremos han aumentado. En una misma generación, las olas de calor y las inundaciones se han vuelto más regulares”, ha destacado Taalas. La única región del mundo con temperaturas por debajo de la media ha sido una parte de Sudamérica subtropical.
A las temperaturas elevadas se asocia un aumento del nivel del mar, que ha aumentado 15 milímetros de noviembre de 2014 a febrero de 2016, y el deshielo ártico, cuya extensión ha estado por debajo de los valores normales este año. Octubre registró la menor extensión de hielo marino para esta época del año. En cuanto a la cobertura de nieve, ha tenido su mínimo histórico en marzo.
Se estancan las emisiones, aumentan las concentraciones
En 2015 las concentraciones anuales de dióxido de carbono alcanzaron por primera vez las 400 partes por millón. Pero las observaciones preliminares apuntan a nuevos récords en 2016. En Cape Grim, en Australia, los niveles de CO2 en agosto alcanzaron 401,42 partes por millón, comparado con las 398,13 que se alcanzaron en agosto de 2015. Otro ejemplo es Mauna Loa en Hawaii, cuyas concentraciones semanales de CO2 alcazaron las 402,07 partes por millón en octubre.
A pesar del aumento de las concentraciones, el informe del Global Carbon Project (GCP) ha anunciado hoy también en Marrakech que las emisiones globales de dióxido de carbono se han estancado por tercer año consecutivo.
Los datos publicados en la revista Earth System Science Data muestran que el aumento de las emisiones se ha ralentizado desde los años 2010, y en los últimos tres años se situaron en torno a los 36.400 millones de toneladas de CO2.
Esta estabilización se debe en parte a China, que ha experimentado un gran desarrollo económico desde 2000. “Son buenas noticias pero es demasiado pronto para proclamar que hemos alcanzado un pico”, ha señalado Glen Peters, investigador en el Center for International Climate and Environmental Research (CICERO) en Oslo.
Según el trabajo, las tendencias recientes son el resultado de una ralentización del consumo de carbón de China desde el año 2012. “China genera cerca del 30% de las emisiones globales de CO2, y los altos y bajos de su economía dejan una huella en las emisiones”, ha apuntado Robbie Andrew, científico en CICERO y coautor.