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Agencia Sinc

¿Cómo beben los gatos?

El equilibrio de los gatos, que les permite desafiar la gravedad, también se aplica en su forma de beber. Así lo confirman on line en Science investigadores estadounidenses que demuestran que sólo la superficie superior de la lengua del gato toca el agua al beber. Según la investigación, los felinos muestran un equilibrio perfecto entre gravedad e inercia.

¿Cómo beben los gatos?
El gato Cutta Cutta ha sido el protagonista de los diversos vídeos realizados para el estudio. Foto: Micaela Pilotto, Roman Stocker y Pedro Reis.

Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en sus siglas en inglés), el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (EE UU), y la Universidad de Princeton (EE UU) ha analizado la forma en la que gatos domésticos y otros felinos beben. Según los científicos, los felinos de cualquier tamaño aprovechan su perfecto equilibrio entre dos fuerzas físicas.

Hasta ahora, se sabía que cuando los gatos beben, extienden la lengua hacia abajo hacia el cuenco de agua doblándola hacia atrás como si fuera una “J” mayúscula para darle la forma de un cucharón. La superficie superior de la lengua es la primera en tocar el líquido.

Los videos a gran velocidad realizados por el equipo demuestran que la superficie superior de la lengua del gato es la única superficie en tocar el líquido. A diferencia de los perros, los gatos no hunden su lengua en el líquido como si fueran cucharas. El mecanismo de los gatos es “mucho más sutil y elegante”.

Los investigadores crearon un modelo matemático a partir de los datos recopilados de videos digitales de alta velocidad de gatos domésticos –incluyendo al gato llamado Cutta Cutta de la familia del científico del MIT Roman Stocker-, y de varios grandes gatos (tigre, león y jaguar) de los Zoos del área de Boston.

Un mecanismo ágil y eficaz

Según el estudio que se publica on line en Science, la punta lisa de la lengua apenas toca la superficie del agua cuando el animal la retira rápidamente. Al beber se forma una columna del líquido entre la lengua en movimiento y la superficie del agua. Entonces, el gato cierra la boca, así como la parte superior de la columna para obtener un buen sorbo a la vez que mantiene seco el mentón.

La columna del líquido se crea gracias a un delicado equilibrio entre gravedad, que tira del líquido hacia el cuenco, e inercia. El gato sabe de forma instintiva la rapidez con la que tiene que lamer para conseguir un equilibrio entre estas dos fuerzas, y cuándo cerrar la boca. “Si espera otra fracción de segundo, la fuerza de la gravedad superará a la de la inercia, haciendo que la columna se rompa, el líquido vuelva a caer dentro del bol y la lengua del gato regrese vacía”, explican los científicos.

“La cantidad de líquido disponible para el gato cada vez que cierra la boca depende del tamaño y la velocidad de la lengua. Las mediciones experimentales y las predicciones teóricas, sugiere que el gato decide la velocidad con la que va a beber para maximizar la cantidad de líquido que quiere en cada lengüetazo”, afirma Jeffrey Aristoff, autor del estudio e investigador en el Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Universidad de Princeton.

Aunque el gato doméstico lame, de media, unas cuatro veces por segundo, e ingiere unos 0,1 mililitros de líquido en cada lengüetazo, los grandes gatos como el tigre saben ir más lentamente para mantener el equilibrio entre gravedad e inercia.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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