En las altas cumbres de la cordillera de los Andes habita uno de los felinos más amenazados y menos conocidos del mundo: el gato andino. Investigadores de Perú, Chile, Bolivia y Argentina han unido fuerzas para estudiarlo y conservarlo. Además de soportar condiciones extremas en su búsqueda, los biólogos afrontan otro problema: son tan esquivos que muy pocos han visto uno frente a frente.
La mascota, que sufría una patología congénita grave, convivía con varias personas enfermas de COVID-19. Con este, ya son seis los gatos con SARS-CoV-2 que se han detectado en el mundo. Los expertos recuerdan que la capacidad de los gatos de transmitir el virus a personas o animales es insignificante.
La lengua de los gatos está cubierta de espinas puntiagudas llamadas papilas, cuya función precisa era un misterio. Ahora, un equipo de investigadores ha estudiado las lenguas de seis especies de félidos y revela por primera vez la existencia de una cavidad interna en cada papila que recoge la saliva de la boca y la distribuye en el pelaje a través de los lametazos.
El zoólogo John Bradshaw combina neurociencia gatuna, biología evolutiva y experiencias personales para resolver las preguntas que todo amante de los felinos se ha hecho alguna vez.
Ni la deforestación, ni los cazadores. La fragmentación de grandes terrenos agrícolas en terrenos más pequeños, proclives a la interacción con humanos, supone la mayor amenaza para la supervivencia de la güiña chilena, un felino en peligro de extinción, que protagoniza el #CienciaaloBestia de esta semana.
Leptofelis vallesiensis eraun animal parecido a un gato que vivió en la península ibérica hace entre 10 y 8 millones de años. Según los fósiles hallados en los yacimientos madrileños de Cerro de los Batallones, el felino tenía potentes extremidades posteriores que le permitían dar grandes saltos para cazar y protegerse de sus depredadores, y vivía en un entorno que combinaba zonas despejadas y boscosas.
Antes de que los gatos conquistaran internet, se propagaron por el antiguo mundo hace unos 10.000 años. Según un nuevo estudio, que ha permitido analizar ADN antiguo, estos felinos evolucionaron hasta convertirse en los animales domésticos que conocemos hoy gracias a varias olas de domesticación y a la contribución de los habitantes de Egipto y Oriente Próximo. Los análisis revelan que todos los gatos domésticos descienden del gato salvaje africano Felis silvestris lybica.
El nuevo pterosaurio era diminuto, tan alto como un gato moderno.
Acudir al llanto de un hijo es un instinto innato en muchas especies, sobre todo en mamíferos. Las madres gatas, protagonistas esta semana de #Cienciaalobestia, han desarrollado hasta tal nivel sus sistemas auditivos que son capaces de evaluar el contenido emocional de las llamadas de su gatito para así ajustar su respuesta en consecuencia. Sin embargo, los padres no muestran una respuesta inmediata a las llamadas más urgentes.