El Parlamento Europeo (PE) aprobó ayer una nueva legislación que permitirá a los Estados miembros restringir o prohibir los cultivos que contengan organismos genéticamente modificados (OGM) en sus propios territorios. La propuesta, aprobada en diciembre de manera informal entre el PE y el Consejo, se presentó en 2010, pero durante cuatro años estuvo bloqueada por los desacuerdos entre Estados pro y anti OGM.
Un nuevo acuerdo del Parlamento Europeo, negociado con los ministros de la UE y aprobado ayer con 480 votos a favor, 159 votos en contra y 58 abstenciones, ha dado a luz a una nueva legislación que permitirá a los Estados miembros restringir o prohibir los cultivos que contengan organismos genéticamente modificados (OGM) en sus propios territorios.
Según Frédérique Ries (ALDE, BE), ponente de esta legislación en el Parlamento: "Este acuerdo permitirá más flexibilidad para los Estados miembros que quieran restringir el cultivo de los OGM en su territorio. Además es una prueba de que el debate está lejos de finalizar entre las posiciones pro y anti OGM".
"En cuanto a los próximos pasos, confío en que el Presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, fortalecerá el proceso democrático sobre los OGM en Europa y asegurará que sea genuinamente independiente", añadió el diputado.
Evaluaciones de impacto y gestión
Las nuevas reglas permitirán a los Estados miembros prohibir los OGM por motivos de política medioambiental diferentes a los riesgos para la salud o el medioambiente ya citados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Los Estados miembros que quieran prohibir los OGM podrán alegar causas como la ordenación urbanística y territorial, el impacto socioeconómico, el hecho de evitar la presencia de OGM en otros productos y motivaciones de política agrícola. Las restricciones también se podrán imponer a determinadas OMG por grupos o tipos de cultivo.
La legislación establece un procedimiento que permitirá a las compañías de cultivo de OGM consentir estas restricciones en su licencia de comercialización antes de que el Estado miembro adopte tales medidas. No obstante, los Estados pueden imponer una prohibición de forma unilateral aunque la compañía no esté de acuerdo.
Actualmente el maíz MON810 es el único cultivo genéticamente modificado que se cultiva en Europa. La patata "Amflora", también genéticamente modificada, fue prohibida por el Tribunal General de la UE en 2013 después de que la Comisión Europea le diese luz verde.
Los Estados miembros tendrán que garantizar que los cultivos OGM no contaminen otros productos, así como prestar especial atención para prevenir la contaminación transfronteriza con los países vecinos, según establece el acuerdo. La nueva legislación entrará en vigor en primavera de 2015.
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