El biólogo molecular británico Richard Roberts ha criticado duramente a las compañías farmacéuticas que buscan ingresos con medicamentos para enfermedades crónicas en vez de perseguir su cura. Él estudia las bacterias por sus prometedores avances para la salud humana.
¿Por qué tenemos el concepto erróneo de que las bacterias son algo negativo?
Porque a mediados del siglo XIX, cuando los microbiólogos descubrieron que las bacterias podrían causar enfermedades, se concentraron en estudiar solo a las que causaban problemas. Por eso tienen mala fama.
¿Cuáles son sus beneficios?
Casi todas las bacterias que viven con nosotros son buenas, ya que detienen el crecimiento de otras. Cuando compramos una casa le ponemos una cerca o un sistema de alarma para evitar que la gente entre. Estas bacterias hacen lo mismo: echan a los intrusos. Nos han convertido en su hogar, quieren que nos pase nada y nos cuidan lo mejor que pueden.
¿Qué nos falta por aprender sobre las bacterias para mejorar nuestra salud?
Tenemos que entender cómo nos protegen. Creo que lo conseguiremos. Hay mecanismos muy diferentes, algunas se especializan en un patógeno y otras pueden apuntar a varios. Sabemos que no pueden matar a las células cancerosas, pero no les gusta que tengamos cáncer porque destruye su hogar. Por otro lado, las bacterias del intestino hablan con el cerebro y no sabemos exactamente cómo.
¿Por qué los antibióticos están dejando de ser efectivos?
Es complicado. Tenemos muchos antibióticos muy efectivos, pero los utilizamos mal. Se los damos al ganado para que crezca mejor y luego esos antibióticos regresan a nosotros a través del suministro de alimentos, por lo que desarrollamos bacterias resistentes. Debemos dedicar más tiempo y esfuerzo a buscar nuevos y mejores antibióticos. Por otro lado, creo que el microbioma nos ayudará a entender cómo matar a los patógenos. Puede ser que en el futuro en lugar de tomar un antibiótico te tomes una bacteria para curar una infección.
¿Sería semejante al consumo de probióticos que se venden en las farmacias?
Sí, pero en el caso de los probióticos, no sabemos exactamente cómo funcionan, qué matan o cómo se comportan, aunque sí conocemos bacterias como las bifidobacterias o lactobacilos que son buenas para las personas y no hacen ningún daño.
Un producto polémico que se vende en farmacias es la homeopatía, ¿qué le parece que se venda como medicamento?
La mayoría de las personas enfermas se encontrarán mejor si les das algo, no importa el qué. Ese es el efecto de la homeopatía. Los homeópatas nunca han llevado a cabo ensayos clínicos para ver si funcionan, porque ya saben que no. A la gente le cuesta mucho distinguir sus creencias de la realidad.
¿Se puede compatibilizar el negocio farmacéutico con la ética?
La industria afirma que quiere curar las enfermedades, pero creo que no está siendo honesta. Lo peor que le puede pasar a una compañía farmacéutica es tener un medicamento exitoso y que alguien acabe con la enfermedad, porque ya no podrá venderlo más.
¿Me podría dar algún ejemplo concreto?
Cuando Barry Marshall y Robin Warren ganaron el Premio Nobel por su descubrimiento de la bacteria Helicobacter pylori y su papel en distintas enfermedades, la industria farmacéutica se opuso diciendo que su resultado estaba mal. Fue terrible, actuaron así porque creyeron que iban a perder su negocio. No son tan éticos como deberían. No me parece mal que se dediquen a crear compuestos para mejorar síntomas, pero que no digan que quieren curar enfermedades, porque no es así.
¿Por qué son importantes premios como los Nobel para la investigación?
Creo que la gente responde a los premios de diferentes maneras. La mayoría disfruta de recibir un galardón y de que se les reconozca como mejores que otros en su campo. Yo no soy uno de ellos. Creo que es muy positivo y estoy encantado de haber recibido un Premio Nobel, pero me dan pena las personas que se lo merecen y no lo consiguen. Tiendo a pensar que, en general, causan más quebraderos de cabeza que el valor que aportan.
En España solo tenemos un premio Nobel de Medicina y es de hace más de un siglo, ¿cuál cree que es el problema?
No hay suficiente dinero invertido en investigación. Si no consiguen la financiación, no pueden conseguir premios.
¿Hay suficientes mujeres en estos premios?
Nunca.
¿Cómo se puede cambiar esta tendencia?
La comunidad científica es ahora más consciente del problema, pero esto se lleva manifestando desde hace mucho tiempo, incluso antes del movimiento #MeeToo. A muchas personas les preocupa que la ciencia esté dominada por hombres. Hay mujeres extraordinarias que están haciendo una ciencia excelente y, por alguna razón, no reciben el mismo reconocimiento que los hombres. Si se toman un tiempo para tener hijos, no permitimos que recuperen sus carreras, no les damos la oportunidad de ponerse al día y ascender.