Un estudio indica que la gepotidacina, utilizada tradicionalmente para curar afecciones del tracto urinario, funciona como un tratamiento seguro y eficaz contra la gonorrea. Por ahora, es el primer posible antibiótico desarrollado para tratar esta infección de transmisión sexual resistente desde 1990.
La gonorrea es una infección de transmisión sexual frecuente que, si no se trata con prontitud, puede dar lugar a complicaciones graves. Un ensayo clínico con 628 pacientes ha logrado demostrar que el primer antibiótico potencialmente nuevo contra esta enfermedad desde la década de los 90 es eficaz y seguro.
Se trata de la gepotidacina, un antibiótico utilizado para tratar las infecciones del tracto urinario, que, según los resultados del estudio, podría servir también como nuevo tratamiento para la gonorrea, protegiendo contra la amenaza de aquella que es resistente a los fármacos y mejorando las experiencias de terapia de los pacientes.
Así lo sugieren las conclusiones de un ensayo controlado aleatorizado de fase 3 publicado este lunes en la revista The Lancet y presentado en la conferencia de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID, por sus siglas en inglés), que se celebra en Viena.
Detrás de la investigación hay, entre otros, científicos de los hospitales universitarios de Birmingham (Reino Unido), de las universidades estadounidenses de Atlanta y la Estatal de Louisiana, y de GSK.
La gonorrea es una infección de transmisión sexual frecuente que, si no se trata con rapidez, puede dar lugar a complicaciones graves, especialmente en las mujeres, donde puede aumentar el riesgo de embarazo ectópico e infertilidad.
Los casos de gonorrea farmacorresistente han aumentado rápidamente en los últimos años, reduciendo las opciones de tratamiento. Según un comunicado de la revista, hay una necesidad urgente de tratamientos para la gonorrea, sin nuevos antibióticos desde la década de 1990.
Este ensayo con 628 pacientes reclutados en 49 centros de Australia, Alemania, México, España, Reino Unido y Estados Unidos, comparó un nuevo tratamiento potencial para la gonorrea (gepotidacina, comprimido oral) con el tratamiento estándar actual (ceftriaxona, una inyección, y azitromicina, por comprimido), y descubrió que el nuevo era tan eficaz como el tratamiento de hoy en día.
En concreto, los resultados constataron tasas de éxito microbiológico del 92,6 % en el grupo de gepotidacina —que inhibe la replicación del ADN bacteriano— y del 91,2 % en el grupo de ceftriaxona más azitromicina.
“La gepotidacina (de GSK) demostró no ser inferior a la ceftriaxona más azitromicina para la gonorrea urogenital por N. gonorrhoeae, sin nuevas preocupaciones de seguridad, lo que ofrece una nueva opción de tratamiento oral para la gonorrea urogenital no complicada”, escriben los autores en su artículo.
Además, la nueva píldora fue eficaz contra cepas de la bacteria de la gonorrea resistentes a los antibióticos que ya existen. No se observaron efectos secundarios graves o severos relacionados con el tratamiento.
Los autores afirman que el nuevo tratamiento podría ser una herramienta importante para combatir el aumento de cepas de gonorrea que se están haciendo resistentes al tratamiento estándar. Asimismo, el tratamiento como píldora sola sin necesidad de inyección probablemente mejoraría la experiencia de los pacientes y reduciría los recursos sanitarios, apuntan los científicos.
Sin embargo, los investigadores también advierten de que este estudio se centró principalmente en la gonorrea urogenital y que la mayoría del grupo del ensayo eran hombres blancos. Por ello, se necesita más investigación para ver el impacto del nuevo tratamiento en la gonorrea del recto y la garganta, y en mujeres, adolescentes y diversas etnias.
En un comentario publicado junto al artículo de The Lancet, los investigadores Magnus Unemo, de la Universidad de Örebro (Suecia), y Teodora Wi, de la Organización Mundial de la Salud, indican que este estudio es importante, ya que no se han introducido nuevos antimicrobianos para la gonorrea desde 1990.
Sin embargo, plantea inquietudes en cuanto a la resistencia bacteriana. “En nuestra opinión, N. gonorrhoeae también desarrollará resistencia a la gepotidacina cuando aumente la presión selectiva y el cumplimiento del régimen de dosis doble sea subóptimo”, señalan.
Debido a la capacidad inherente de los gonococos para desarrollar resistencia y las dificultades para aumentar la dosis de gepotidacina debido a los eventos adversos y la falta de otras opciones, hacen que el desarrollo preclínico y clínico de tratamientos adicionales para la gonorrea siga siendo importante, argumentan Unemo y Wi.
“En conclusión, la gepotidacina es prometedora para el tratamiento de la gonorrea, pero persistirán los desafíos para mantenerla como una infección tratable”, concluyen.
Referencia:
Jonathan D C Ross. et al. “Oral gepotidacin for the treatment of uncomplicated urogenital gonorrhoea (EAGLE-1): a phase 3 randomised, open-label, non-inferiority, multicentre study”. The Lancet (2025).