En estos grabados rupestres de Tachokalt 1 aparecen dos cápridos representados de frente y perfil. Autor: Proyecto Tamanart.
En Tachokalt 2 se aprecia una gran laja grabada en la que destaca un bóvido. / Proyecto Tamanart.
Tachokalt 1 es el cerro más meridional del conjunto. / Proyecto Tamanart
Los científicos, en Jarama VI durante la toma de muestras de noviembre de 2010 / Jesús F. Jordá.
Un equipo internacional con participación de la UNED ha llevado a cabo nuevos análisis en el yacimiento de Jarama VI (Guadalajara). Los resultados corroboran que la ocupación neandertal del abrigo rocoso es 20.000 años más antigua de lo que se pensaba –con 50.000 años de antigüedad–.
Científicos del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria han seguido los pasos de los humanos que habitaron la región durante el Paleolítico. A través de programas informáticos de análisis geográfico saben que estos nómadas abandonaron progresivamente las cuevas y abrigos rocosos de altitud para vivir en lugares más llanos.
El investigador Manuel Santonja del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana lidera un trabajo en el que se propone una nueva interpretación estratigráfica, arqueológica y paleoambiental del yacimiento tanzano de Thiongo Korongo situado en la Garganta de Olduvai (Tanzania).
Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) han liderado una campaña arqueológica que, por primera vez, ha analizado dos muestras de pintura correspondientes a dos figuras de abrigos rocosos y estilos diferentes en el conjunto rupestre de Minateda en Hellín (Albacete). Las composiciones de las pinturas del ‘Abrigo Grande de Minateda’ y del ‘Abrigo del Barranco de la Mortaja’ son similares, algo que ha sorprendido a los científicos. Martí Mas, profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED y autor principal del estudio, analiza el valor del hallazgo, publicado en Journal of Archaeological Science.
El yacimiento del Paleolítico medio de la Costera se ha erigido como una de las colecciones más ricas de piezas humanas neandertales de la península ibérica, con un gran número de restos infantiles. Ahora tres nuevas piezas amplían la colección.
Más de 1.200 kilómetros de distancia separan a seis restos de obsidiana hallados en yacimientos neolíticos de la península ibérica con su lugar de origen. Un equipo, liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha determinado que esas piezas proceden de la isla de Cerdeña, en concreto, de una de las laderas del macizo volcánico de Monte Arci.