Una investigación liderada por la Universidad del País Vasco ha demostrado que las mordeduras humanas de huesos tienen características distintivas que permiten diferenciarlas de las producidas por otros animales, y que el cocinado previo de la carne influye en la aparición de estas marcas. Este estudio aporta valiosas conclusiones para el análisis de restos de comida encontrados en yacimientos.
Una campaña arqueólogica de la Universidad Autónoma de Barcelona en el yacimiento de Gird Lashkir, en Irak, ha mostrado la evolución desde las sociedades campesinas hacia las primeras ciudades mesopotámicas. Según los investigadores, no hay una secuencia de ocupaciones similares en toda la zona. Destaca el hallazgo de un sorprendente conjunto de figuritas de arcilla cocida con forma de bóvido que podrían ser juguetes o tener un significado religioso.
Un grupo multidisciplinar de investigadores ha descrito los primeros fósiles craneales de una especie de depredador carnívoro, Eomellivora piveteaui, de hace nueve millones de años. La especie tenía el tamaño de un pastor alemán y era capaz de enfrentarse a los grandes tigres dientes de sable.
Muy cerca de uno de los mayores saurópodos de Europa, en el yacimiento de Barrihonda-El Humero (Teruel), descansaban los restos fósiles de una pequeña tortuga, la primera de su grupo hallada en España. Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis la han bautizado con un nombre que significa ‘a la sombra del gigante’.
Los neandertales de la región francesa de Poitou-Charentes cortaron, golpearon y fracturaron los huesos de sus congéneres recién fallecidos. Así lo revelan los restos fósiles de dos adultos y un niño hallados en el yacimiento de Marillac. Estas manipulaciones se han observado en otros yacimientos neandertales, pero los científicos aún desconocen si lo hacían por razones alimentarias o ceremoniales.
Reconstrucción de Lo Hueco. / Óscar Sanisidro-Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha.
Hace unos 70 millones de años, los cocodrilos que habitaban en lo que hoy es el yacimiento de Lo Hueco en Cuenca comían presas de agua salada pero bebían agua dulce, y los saurópodos se alimentaban de árboles, arbustos y plantas con flores que abundaban en la zona. El estudio de los fósiles, que se publica en PLoS ONE, ha permitido reconstruir las condiciones climáticas, la dieta y el modo de vida de algunos animales durante el Cretácico superior.
Toremys cassiopeiaes la nueva especie fósil de tortuga de agua dulce que paleontólogos del grupo de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias (UNED) y de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis han descubierto en Ariño (Teruel). El hallazgo de esta especie, descrita en la revista Cretaceous Research, se suma a la de los dinosaurios Proa y Europeltahallados en este mismo yacimiento.
Los grupos de neandertales dividían algunos de sus trabajos según el sexo después de cazar. Eso es lo que prueban las diferentes estrías en los dientes femeninos y masculinos de individuos adultos hallados en los yacimientos de El Sidrón (Asturias), L’Hortus (Francia) y Spy (Bélgica). Este rasgo de comportamiento se asociaba hasta ahora solo a los Homo Sapiens.