Un grupo de investigadores de la Universidad de Rockefeller (EE UU) ha demostrado cómo una proteína antiviral producida por el sistema inmunológico, denominada teterina, aplaca a virus como el VIH colocándoles, literalmente, una correa con el fin de evitar que escapen de las células infectadas. Los hallazgos aparecen en la edición de esta semana de la revista Cell.
Modelos de incorporación de la proteína teterina al virus.
Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) han identificado un potente factor antiviral producido por células modificadas genéticamente e infectadas por el virus del sida. Este factor protege a las células vecinas contra la infección por el virus y podría utilizarse para frenar su propagación en pacientes.
La foto superior muestra una fotografía tomada en el microscopio electrónico de un linfocito T infectado por el virus VIH que está liberando al exterior una gran cantidad de partículas víricas infecciosas. La foto inferior muestra un linfocito T infectado en las mismas condiciones que la anterior pero en presencia de EDAF. Esto resulta en una inhibición de la replicación de VIH de forma que la célula infectada no produce nuevas partículas víricas detectables.
Un trabajo de investigación liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) sugiere que factores genéticos heredados del padre influyen también en la probabilidad de transmisión del virus del VIH de madre a hijo. El estudio ha sido publicado en la revista especializada Current HIV Research.
Un equipo internacional de investigadores ha hallado dos anticuerpos neutralizantes del virus del sida, partículas del sistema inmune que atacan al VIH. Sus resultados aparecen hoy en Science y abren, según el propio equipo de investigación, “una nueva puerta a la creación de una vacuna que pueda proteger a las personas de la infección letal e incurable”. Los científicos que presentaron su descubrimiento ayer en Washington son miembros de la Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el Sida (IAVI), del Instituto Scripps de Investigaciones (EE UU) y de dos empresas biotecnológicas. La investigación ha generado nuevas expectativas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hoy más de 33 millones de personas están infectadas por el virus.