Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) han identificado un potente factor antiviral producido por células modificadas genéticamente e infectadas por el virus del SIDA. Este factor protege a las células vecinas contra la infección por el virus y podría utilizarse para frenar su propagación en pacientes.
Tras varios años de intentos, los investigadores consiguieron purificar dicho factor antiviral en cantidad suficiente como para averiguar su composición. El factor antiviral, denominado EDAF, consiste en un fragmento de la proteína vírica gp120. Al parecer, la presencia en los linfocitos infectados de la forma modificada de CD4 hace que gp120 sea cortada de una forma anómala, produciéndose un fragmento que una vez liberado al exterior de la célula infectada impide que el virus del SIDA pueda interaccionar con su receptor CD4 en nuevas células. De esta forma se frena la expansión del virus.