Investigadores europeos han desarrollado un laboratorio virtual para ayudar a médicos de todo el mundo a elegir el fármaco más adecuado para cada paciente y aumentar la eficacia de los tratamientos contra el VIH, el virus que provoca el sida, y otras enfermedades infecciosas. La herramienta se llama Virolab y siete hospitales ya la usan para tratar de forma personalizada a pacientes con VIH y su empleo como herramienta potente de apoyo a la toma de decisiones médicas despierta cada vez más interés.
El investigador Juan Oliva de la Universidad de Castilla La-Mancha (UCLM) ha explorado la relación entre la situación laboral de la población afectada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y las características socioeconómicas en España entre 2001 y 2004. El estudio determina que el género es una variable “estadísticamente significativa” para predecir la situación en el empleo.
Este análisis estadístico servirá para determinar la probabilidad de que una persona seropositiva tenga o no empleo en España.
Expertos europeos se reúnen hoy en Madrid para debatir las políticas y estrategias necesarias en prevención del VIH, su tratamiento y las prácticas de no discriminación. Seis proyectos encabezan las iniciativas internacionales contra la vulnerabilidad frente a un virus que, sólo en 2008, infectó en la Unión Europea a más de 25.000 personas. El estigma social persiste, sobre todo, entre homosexuales y personas migrantes.
Análisis de una placa en la Unidad de enfermedades infecciosas del Hospital Clinic de Barcelona.
'El VIH/sida te afecta o te infecta'. Cartel en Simonga, Zambia.
Es un Real Decreto que hoy ha aprobado el Consejo de Ministros y que regula el mecanismo por el que se desarrollarán los usos tutelados de técnicas, tecnologías y procedimientos sanitarios, tanto en lo referente a sus condiciones como a su financiación.
El estudio abre una nueva vía en la investigación de futuras alternativas terapéuticas para controlar el virus de inmunodeficiencia Humana (VIH) y la propia enfermedad del sida. Por primera vez se demuestra que la producción de las moléculas α-defensinas 1-3 por las células dendríticas retrasa la progresión de la infección. Cerca un 5% de pacientes son capaces de controlar de manera natural la infección sin terapia antiretroviral.