ChemMedChem, una de las publicaciones internacionales de alto impacto en el campo de la química médica, ha dedicado su última portada a la investigación de Francisco Javier de la Mata y Rafael Gómez, ambos investigadores y profesores del departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Alcalá.
Junto a investigadores del laboratorio de Inmunobiología Molecular del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, dirigido por Mª Angeles Muñoz, han estudiado y demostrado en pruebas in-vitro la capacidad de los dendrímeros carbosilanos catiónicos de introducir material genético en distintos tipos de líneas celulares –linfocitos, astrocitos y células dendríticas– que tienen en común estar implicadas de alguna manera en la infección por VIH. Los dendrímeros carbosilanos son moléculas tridimensionales que contienen enlaces carbono-silicio.
“Estamos muy contentos por ver reflejados nuestro trabajo en la portada de una revista tan prestigiosa como es ChemMedChem. Además, la publicación de este artículo refuerza nuestra apuesta por la utilización de dendrímeros carbosilanos en distintas aplicaciones biomédicas”, aseguran los investigadores.
Estos estudios están relacionados con el uso de la terapia génica frente al VIH Se trata de introducir material genético en el interior de una célula para corregir el funcionamiento de un gen defectuoso. Su uso se está extendiendo cada vez más en el tratamiento de enfermedades infecciosas y de cáncer. Uno de los problemas para la aplicación de la terapia génica es la dificultad del material genético para internarse en una célula.
También dificulta su labor terapéutica su interacción con proteínas del suero (nucleasas). Para solventar estos problemas se están investigando compuestos que sean capaces de transportar el material génico a través de la membrana celular. Entre estos sistemas, los dendrímeros están adquiriendo gran relevancia en los últimos años. En este trabajo, se presentan dendrímeros de naturaleza carbosilano capaces de solventar los escollos mencionados anteriormente, ya que se adhieren al material genético, lo protegen de las nucleasas y lo introducen en la célula.
Además de ser vectores versátiles, la ventaja de los dendrímeros carbosilanos catiónicos es que no presentan citotoxicidad ni genotoxicidad, es decir, que no sólo no destruyen la célula, sino que no alteran el funcionamiento de ningún gen.
Este equipo mixto de la Universidad de Alcalá y del laboratorio de Inmunobiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid también han comprobado que en determinadas células del sistema nervioso estos nanoconjugados (dendrímero + material nucleico) inhiben la enzima COX-2, que se activa cuando se produce infección por VIH. Cuando esta enzima se activa, facilita la presencia de procesos inflamatorios y éstos, a su vez, favorecen la infección por VIH. Si se dificulta el proceso inflamatorio, se obstaculiza la infección de la célula.