El Grupo de Cartografía Temática y Sistemas de Información Geográfica es uno de los inquilinos del recientemente estrenado edificio Lucio Lascaray, el nuevo centro de investigación del campus de Álava. Se dedican a construir todo tipo de mapas, desde geológicos a mapas de vegetación e incluso arqueológicos, con una clara vocación de servir, especialmente, a la comunidad científica y universitaria. Un servicio más que justificado, ya que, según explica Luis Eguiluz, geólogo y responsable del grupo, “la gente que hace trabajos espaciales normalmente no está familiarizada con los mapas”.
Ana Catalán ha presentado en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) una tesis doctoral en la que concluye que hay diferencias entre hombres y mujeres en materia de esquizofrania que merecen ser tenidas en cuenta, aunque no sea el único factor de condicionamiento.
El uso o no de la energía nuclear no es una decisión que competa exclusivamente a los expertos. La ciencia, en general, y las ciencias medioambientales, en particular, no son ajenas a la sociedad, sino que se contextualizan en ella. María Laura Lázaro, profesora de la Universidad de Uruguay, ha presentado en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) una tesis doctoral que reflexiona sobre la relación entre la ciencia y la sociedad, concretamente en lo que se refiere a la participación pública y al estímulo de una cultura científica.
“Los institutos cumplen un papel al que no llegan los departamentos de la universidad”. Son palabras de José María Ortiz de Orruño, director del Instituto de Historia Social Valentín de Foronda, creado en el campus de Álava en 1995. La investigación es uno de los pilares fundamentales de esa labor paralela. El Grupo de Investigación sobre Identidad Nacional, dirigido por el catedrático de Historia Contemporánea de la UPV/EHU Luis Castells, está formado por una veintena de miembros del instituto. Se trata de la actividad más importante del centro.
"Un grupo de trabajo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la declaración de sus derechos. La paradiplomacia indígena de las últimas décadas ha dado sus frutos". Joseba Arregi de la Universidad del País Vasco 8UPV/EHU) ha estudiado este movimiento en su tesis doctoral, titulada Laugarren mundua: herri indigenen erbeste ekintza, onespen eta aldaketa eragile nazioarteko harremanetan 1992-2007 (El cuarto mundo: la acción exterior de los pueblos indígenas como instrumento de cambio y reconocimiento internacional 1992-2007).
La técnica de brocado aplicado ha sido poco estudiada hasta ahora y se han realizado pocos trabajos de restauración sobre ella. Ahora, la investigadora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Ainhoa Rodríguez ha analizado en su tesis Análisis y clasificación de los brocados aplicados de los retablos de Guipúzcoa seis retablos de madera de las iglesias de Errenteria, Zumaia, Oñati y Altzaga y ha especificado un protocolo de análisis.
Productos químicos, fuentes de energía, aceites, pinturas… De la biomasa se puede obtener mucho más de lo que se cree, ya que se puede producir todo esto y mucho más, utilizándola como materia prima. Consciente de ello, la ingeniera María González ha buscado los tipos de biomasa más apropiados, así como las técnicas de procesado y tecnologías más adecuadas para refinarla.
Ofrecer soluciones a todo tipo de problemáticas actuales. Ésa es la misión de la química analítica, según palabras de Rosa Alonso, directora del Grupo de Investigación Farmartem de la UPV/EHU. El nombre del grupo lo dice todo respecto a lo variado de esas problemáticas. Farmartem: fármacos, arte y medio ambiente.
José Carrasco, el primer jefe de Cirugía del Hospital de Basurto, tomó notas en Bilbao sobre los casos tratados en su carrera. Ahora Jesús María Careaga ha descrito la medicina y las enfermedades del Bilbao industrial, en una tesis doctoral titulada El Dr. Carrasco y la clínica quirúrgica en el Hospital de Bilbao, hace un siglo.
Cuatro profesores de la Escuela Técnica Superior de Náutica y Máquinas Navales de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) estudian las ventajas de que los barcos aprovechen parte de la energía eólica obtenida por sus velas para generar energía eléctrica. Trabajan a contrarreloj, dada la competencia existente en la investigación de esta materia, y esperan tener un primer prototipo operativo en dos años.