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Agencia Sinc
La conclusión se ha presentado en una tesis doctoral

El tríptico de la iglesia de Errenteria es de origen flamenco

La técnica de brocado aplicado ha sido poco estudiada hasta ahora y se han realizado pocos trabajos de restauración sobre ella. Ahora, la investigadora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Ainhoa Rodríguez ha analizado en su tesis Análisis y clasificación de los brocados aplicados de los retablos de Guipúzcoa seis retablos de madera de las iglesias de Errenteria, Zumaia, Oñati y Altzaga y ha especificado un protocolo de análisis.

El tríptico de la iglesia de Errenteria es de origen flamenco
Tríptico de San Antón de la iglesia de San Pedro de Zumaia.Foto: UPV/EHU.

Las obras analizadas han sido el tríptico de La Asunción-Coronación de la Virgen en la iglesia de la Asunción de Santa María en Errenteria (1505-1510), el tríptico de San Antón en la iglesia de San Pedro de Zumaia (1510-1515), los retablos de La Piedad (1535-1537) y de San Juan Bautista (1530-1555) en la iglesia de San Miguel de Oñati, el retablo de La Santísima Trinidad en el monasterio de Bidaurreta de Oñati (1531-1533) y el retablo de San Miguel en la iglesia de Altzaga (1530-1550).

Con los resultados de los análisis en la mano, la investigadora ha destacado dos de los retablos. Uno es el de la iglesia de Errenteria. Tal y como se sugiere en varias referencias bibliográficas, Rodríguez ha confirmado que el tríptico de la Asunción es de origen flamenco. Al realizar la investigación técnica y de materiales de sus brocados, se ha encontrado con diversas características que no se encuentran en el resto de retablos.

En parte por esta razón, ha podido comprobar que el tríptico tiene su origen en Flandes, y, concretamente, en los Países Bajos orientales. Rodríguez ha destacado también el retablo de San Juan Bautista de Oñati. Su policromía actual cubre una policromía anterior, y según algunos expertos, había indicios de brocado aplicado debajo de la nueva policromía. La investigadora ha podido confirmar esta hipótesis.

En cuanto a las características comunes a los seis retablos, Rodríguez ha observado que tienen detalles propios del siglo XVI, en cuanto a material pictórico se refiere. Asimismo, los brocados fueron producidos utilizando un abanico limitado de materiales, pero con una considerable variación en el número de mezclas y disposición de las capas. De esta manera, ha encontrado nuevas combinaciones inéditas en la bibliografía especializada.

Un útil protocolo de análisis

Tras estas conclusiones se halla otra aportación de la tesis, un protocolo de análisis creado por la misma Rodríguez, que, según explica la autora, es aplicable a la investigación de otras técnicas pictóricas.

En primer lugar, ha analizado los retablos in situ y ha realizado un muestreo muy específico. Posteriormente, se ha dedicado a trabajos de laboratorio. Concretamente, ha realizado estratigrafías para caracterizar las capas de dichas muestras e identificar el material utilizado.

Para esta labor, se ha ayudado de la combinación de técnicas muy variadas: microscopios ópticos y electrónicos, pruebas de tinción para proteínas y lípidos, espectroscopias, etc. Gracias a esta diversidad de técnicas, Rodríguez ha podido, por una parte, identificar los componentes orgánicos e inorgánicos, y por otra, comparar los resultados obtenidos con cada técnica, para así clasificar los brocados aplicados por tipología, técnica y materiales.

El brocado aplicado es una técnica de relieve que sirve para reproducir, con gran realismo, brocados textiles de oro y plata en esculturas y pinturas. Esta técnica se creó en Alemania, en los años 1415-1430, y tuvo gran éxito en aquella época. Fue uno de los estandartes del arte flamenco en los siglos XV y XVI, extendiéndose su uso por toda Europa.

Fuente: UPV/EHU
Derechos: Creative Commons
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