Por primera vez una gran ciudad como Barcelona dispone de una imagen completa del subsuelo de su conjunto urbano, gracias a un trabajo desarrollado por investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña. Desde las redes de servicios y comunicación, hasta los refugios y los sótanos quedan plasmados en un plano que descubre una ciudad del todo desconocida, aunque imprescindible.
Después de realizar dos perforaciones en las entrañas de Río Tinto en 2011 y dejar pasar un año para que se asentaran, ingenieros y científicos del Centro de Astrobiología (INTA–CSIC) han colocado esta semana sensores en los pozos. El objetivo es monitorizar en tiempo real todos los parámetros fisicoquímicos de las perforaciones y la transmisión de la actividad metabólica del subsuelo por control remoto. Comienza así la segunda fase del proyecto Iberian Pyritic Belt Subsurface Life Detection, IPBSL.
El secreto del éxito de Repsol en el hallazgo de nuevos yacimientos en el mundo está muy relacionado con su proyecto Caleidoscopio y la alianza con el Barcelona Supercomputing Center. Este centro ha sido el encargado de desarrollar los algoritmos de generación de imágenes del subsuelo que han permitido al grupo español localizar hidrocarburos en estructuras geológicas tan complejas como el yacimiento subsalino de la cuenca de Campos, en aguas profundas a 200 kilómetros del litoral brasileño.
Modelo sísmico logrado con la aplicación de algoritmos de generación de imágenes del subsuelo. / Repsol
Plataforma de Repsol en cuenca de Santos (Brasil). / Repsol