El secreto del éxito de Repsol en el hallazgo de nuevos yacimientos en el mundo está muy relacionado con su proyecto Caleidoscopio y su alianza con el Barcelona Supercomputing Center. Este centro ha sido el encargado de desarrollar los algoritmos de generación de imágenes del subsuelo que han permitido al grupo español localizar hidrocarburos en estructuras geológicas complejas.