El Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León está llevando a cabo una investigación sobre los efectos del cambio climático en el crecimiento de los árboles y la producción de setas en colaboración con el Instituto Federal de Investigación Forestal de Zurich (Suiza).
Científicos de la Universidad de Salamanca colaboran con investigadores del Instituto Politécnico de Braganza (noroeste de Portugal), con el objetivo de describir y caracterizar setas con valor gastronómico y plantas silvestres que pueden ser consideradas medicinales y que se ubican en la región de Trás-os-Montes e Alto Douro. Los científicos portugueses quieren conocer las propiedades de estos productos, de gran importancia económica.
Un banco de germoplasma suele conservar material vegetal listo para crear una nueva planta, generalmente, semillas. Sin embargo, el Banco de Germoplasma del Centro Hispanoluso de Investigaciones Agrarias (Ciale) de la Universidad de Salamanca, además de dedicarse a esta función, está siendo pionero en la conservación de hongos. Los científicos tienen un doble objetivo: por una parte, quieren conservar setas de interés gastronómico y, por otra, aquellas que potencialmente tengan alguna utilidad en el campo de la Medicina.
Las empresas de base tecnológica ECM Ingeniería Ambiental e ID Forest, junto con la Diputación de Palencia, trabajan actualmente en un proyecto de I+D+i que tiene como objetivo mejorar la producción de hongos de interés gastronómico y medicinal mediante la realización de tratamientos selvícolas apropiados en el monte. Como ha detallado a DiCYT Jaime Olaizola, responsable de ID Forest, se trata de un proyecto pionero en el que “se van a realizar unas cortas y unos cuidados determinados a los árboles para que mejoren la producción de setas, un trabajo innovador que no se ha hecho en ningún lugar”.
Los hongos que se cultivan sobre residuos de laurel y eucalipto cambian de sabor y ligeramente de color y, en el caso de los cosechados con laurel, además son de mejor calidad. Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores argentinos, algunos adscritos a la Universidad Pública de Navarra (UPNA). El objetivo, aprovechar los residuos que genera la industria de aceites esenciales.
Cultivo de Polyporus tenuiculus sobre residuos de eucalipto y laurel.
Investigadores de la Sección Departamental de Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid están trabajando en el estudio y la extracción de los compuestos beneficiosos que contienen las setas comestibles, para añadirlos a productos cárnicos y crear así productos cárnicos funcionales. A su vez están estudiando la biodisponibilidad de dichos compuestos beneficiosos.
Los científicos han estudiado los niveles de metales en los hongos.
En un futuro próximo, la buena consideración que tienen las setas comestibles desde un punto de vista culinario puede ser aún mayor gracias a las propiedades saludables que se están descubriendo. Las setas y los hongos albergan compuestos beneficiosos para la salud y el Centro de los Alimentos de Soria está comenzando a estudiar dichos elementos desde el punto de vista biológico.