El fumarel común, el porrón pardo, la cerceta pardilla, el aguilucho lagunero o la pagaza piconegra figuran entre las poblaciones de aves reproductoras que han sufrido un marcado descenso en el parque nacional. El declive, que comenzó hace una década, se ha acelerado desde 2019, advierte SEO/BirdLife.
En lo que llevamos de 2023, ha llovido un 75 % menos que la media de los últimos 10 años. La situación es especialmente acuciante en Cataluña, que afronta la mayor sequía desde que hay registros. Jesús Vargas Molina, miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequía, explica que ante estos eventos —que irán a más— debemos replantear la gestión hídrica.
Más de la mitad de las lagunas del Parque Nacional de Doñana han desaparecido en las últimas décadas. Estas se asientan sobre arenas permeables y su inundación se produce anualmente cuando la lluvia recarga el acuífero, que cubre un área aproximadamente cinco veces mayor que la del parque. En esta zona se desarrollan otras actividades económicas como la agricultura y el turismo.
La Agencia Estatal de Meteorología ha hecho público su balance climático del mes de marzo de 2023, en el que pone de manifiesto que el mes fue muy cálido y muy seco en el conjunto de España, tratándose del segundo marzo más cálido del siglo XXI y el tercero desde el inicio de la serie histórica en 1961.
El viejo continente sufre una grave sequía desde 2018 y carece cada vez más de agua subterránea. Así lo confirma un estudio del Instituto de Geodesia de la Universidad de Tecnología de Graz, en Austria. En el trabajo también han participado instituciones de Alemania, España, Francia, Financia, Países Bajos y Suiza,
Es la tercera vez desde que se tienen registros que se seca Santa Olalla, la laguna permanente más grande de Doñana. Ocurrió también en 1983 y 1995. Desde la estación biológica, los expertos advierten de que la actual sequía no es la única causa, la sobreexplotación del acuífero es también responsable de la gravedad de la situación.
Un informe de la Comisión Europea señala que el 64 % del continente europeo se encuentra en aviso o alerta por sequía, lo que aumenta el peligro de la expansión de incendios.
España afronta un verano con sequía hídrica y embalses a un 45,32 % de su capacidad, pese a las lluvias de primavera. Nuestro país debe prepararse para una mayor frecuencia de estos episodios con una mejor gestión de la demanda de agua, que optimice su uso y consiga ahorro hídrico, según los científicos.
Durante las últimas décadas se han registrado niveles de precipitación por debajo de la media en Doñana. El año hidrológico actual está encaminado a ser uno de los más secos de toda la serie histórica, la cual abarca casi 50 años de registros.
Las precipitaciones del pasado trimestre alcanzaron el 112% del valor normal, pero no fueron suficientes para revertir la situación de sequía meteorológica. El verano astronómico, que comienza este 21 de junio, será más seco y caluroso de lo normal.