Un informe de la Comisión Europea señala que el 64 % del continente europeo se encuentra en aviso o alerta por sequía, lo que aumenta el peligro de la expansión de incendios.
El 47 % de la Unión Europea se encuentra en una “situación preocupante” y el 17 % en “alerta” por la peor sequía que ha conocido el territorio de la UE en los últimos 500 años, según un informe del Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea. Los datos indican que las precipitaciones han sido menores de lo habitual y la humedad del suelo es deficitaria
En total, el 64 % de Europa “se encuentra en situación de advertencia o alerta”, lo que extiende las zonas de peligro de incendio en toda la UE”, agregó la Comisión, que prevé que “en la región euromediterránea occidental se den condiciones más cálidas y secas de lo habitual en los próximos meses, hasta noviembre de 2022”.
Según los expertos del Centro Común de Investigación, la actual sequía “parece ser la peor desde al menos 500 años", si bien los datos preliminares deberán consolidarse al final de la temporada veraniega en el hemisferio norte.
El estrés hídrico y el calor, agrega el informe, empeoran “significativamente las perspectivas negativas anteriores sobre los rendimientos de los cultivos de verano” y afecta también a la generación hidroeléctrica y a los sistemas de refrigeración de otras centrales y al transporte fluvial.
La Comisión Europea prevé que el rendimiento del maíz en grano, la soja y el girasol en la UE caerán respectivamente un 16, 15 y 12 % respecto a la media de los últimos cinco años.
El informe de agosto del JRC señala que el agua almacenada en los embalses en España se sitúa “en torno al 58 % de la media de una década para el periodo, mientras que algunas regiones del sur —por ejemplo, Andalucía y Extremadura— se estima que están en torno al 30 % de los niveles medios de 10 años", lo que hace que las condiciones sean también “extremadamente favorables para los incendios forestales”.
El riesgo de incendios "es de alto a extremo en la mayor parte" de Portugal, donde la energía hidroeléctrica almacenada en los embalses es menos de la mitad de la media de los cinco años anteriores y alrededor del 25 % de los embalses podrían no satisfacer las necesidades de riego, agrega esa agencia comunitaria.
En Países Bajos, por ejemplo, la falta de agua ha afectado a la navegación comercial, la estabilidad de los diques, y los problemas de intrusión del agua de mar, además de obligar a reducir "la carga de los barcos afecta al transporte de carbón y petróleo".
Los embalses españoles se encuentran al 36,9 % de su capacidad, un punto porcentual menos que hace una semana, con lo que la reserva hídrica del país encadena ya 16 semanas a la baja, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
Actualmente, los pantanos almacenan 20.702 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, 589 hm³ menos que hace una semana, equivalentes al 1 % de su capacidad.
Si la comparativa se remontan al 10 de mayo, cuando se inició la serie a la baja y la reserva hídrica era del 50,7 %, los embalses españoles han perdido 7.750 hm³, lo que supone un descenso del 27,3 % en poco más de tres meses.
En una nota de prensa, el ministerio ha apuntado que en la última semana las precipitaciones han afectado considerablemente a toda la península y la máxima se ha producido en Girona con 62,8 mm (62,8 l/m²).
Las cuencas hidrográficas que presentan mejor estado son, de nuevo, las internas del País Vasco (que se mantienen al 81 % de su capacidad), la del Cantábrico Oriental (estable en el 72,6 %) y la de Tinto, Odel y Piedras (que baja del 69,4 al 67,7 %).
Por el contrario, las que sufren una mayor falta de agua son las del Guadalquivir (cae del 24,2 al 22,5 %), la del Guadiana (baja del 25,8 al 24,9 %) y la de Guadalete-Barbate (desciende del 27,1 al 25,7 %).