El nuevo trabajo corrobora los resultados de un controvertido estudio de 2021, en el que se indicaba que los humanos ya habitaban el sur de Norteamérica durante el Último Máximo Glacial, milenios antes de lo que se creía.
Las prácticas culinarias son transmitidas de generación en generación. Entre ellas, las que contienen alimentos tradicionales cumplen dos aspectos esenciales: tienen una conexión con el entorno y reflejan el esfuerzo de la población para mantenerlos a lo largo del tiempo. Este es el caso del melloco, la maca, la quinoa o el amaranto.
La larga historia humana está marcada irremediablemente por el momento en el que comenzamos a cultivar productos agrícolas y su difusión se generalizó. Conocer cómo lo logramos a través de los siglos y qué comíamos y cultivábamos nos acerca a los antepasados y sus vidas. Leonor P. Chocarro, científica del CSIC, cuenta a SINC parte de sus hallazgos a través de la arqueobotánica.
Investigadores españoles han seleccionado variedades de trigo, legumbres, tomates y maíces, que serán conservadas en el Banco Mundial de Semillas de Svalbard, en Noruega, la mayor colección de bioseguridad agrícola de mundo y que constituye la base de casi toda nuestra alimentación.
Un estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana y el Institut de Ciències del Mar ha estimado la cantidad de semillas dispersadas dentro y fuera de Barcelona por las gaviotas de la ciudad. Este hecho puede provocar problemas ecológicos y económicos relacionados con la gestión de áreas verdes, según advierten sus autores.
Unos se nutren gracias a los frutos y otras logran extenderse a otras regiones. La relación mutualista entre animales y plantas trae beneficios a ambos, pero si la biodiversidad animal desciende, la propagación de semillas podría disminuir hasta tal punto que muchas especies vegetales no podrán resistir la crisis climática.
El hallazgo en Utah (EE UU) de unas semillas carbonizadas de tabaco alrededor de una antigua hoguera del Pleistoceno sugiere que la planta pudo utilizarse 9.000 años antes de lo que se creía, mucho antes de su domesticación. El estudio permitiría entender qué impulsó el cultivo y uso de esta sustancia tóxica.
Junto al conocimiento del genoma de las plantas que nos dan de comer, dos expertos proponen fijarse en las pinturas artísticas para hacer un seguimiento de la historia moderna de frutas, verduras y semillas. Los aficionados a los museos están invitados a colaborar.
La próxima vez que soples las semillas del diente de león piensa que un pequeño remolino anular fluye sobre ellas y las ayuda a mantenerse en el aire. Lo han descubierto científicos de la Universidad de Edimburgo tras analizar la física que hay detrás del vuelo de estas semillas con su particular ‘paraguas’ filamentoso.
En las copas de los árboles al sur de Marruecos no solo se aprecian pájaros, algunas cabras, protagonistas de #Cienciaalobestia, pueden hábilmente trepar hasta lo más alto en busca de hojas y frutos. Un equipo español de científicos demuestra ahora que esta actividad, lejos de perjudicar a los arganes, muy explotados en la región, en realidad beneficia a esta especie vegetal, porque las cabras escupen las semillas en lugar de ingerirlas.