"¡Increíble noticia. Mi 'aterrizador' Philae está despierto!". Con estas palabras la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea anunciaba este domingo en su cuenta de Twitter que, tras casi siete meses en hibernación sobre el cometa 67P, el módulo de aterrizaje de la misión había vuelto a contactar con la Tierra. La nave guarda más de 8.000 paquetes de datos en su memoria esperando para ser transmitidos.
Rosetta y Philae detectan que el cometa 67P no tiene campo magnético. / ESA
Paisaje del cometa 67P en alta resolución. / ESA/OSIRIS Team
La porosidad del núcleo del cometa Churyumov-67P/Gerasimenko, la presencia de compuestos orgánicos en su superficie, sus variaciones de temperatura y la existencia de una magnetosfera son algunos de los nuevos datos que han salido a la luz esta semana. La información la transmite la sonda Rosetta, que desde el año pasado no ha dejado de orbitar alrededor del cometa. Del que no se ha vuelto a tener noticias es del aterrizador Philae, que se perdió cuando se posó en noviembre sobre el cometa.
Las dos revistas científicas de mayor impacto, Nature y Science, han hecho su balance de final de año. Mientras que Nature ha seleccionado las diez personalidades que han marcado los avances más importantes, Science hace referencia a las investigaciones más relevantes. Sin embargo, ambas coinciden en que el aterrizaje del módulo Philae de Rosetta en el cometa en noviembre ha sido la noticia del año.
Este mes la sonda europea Rosetta ha hecho historia al ser la primera en orbitar un cometa y, con algunos tropiezos, aterrizar en él. Hace nueve años, la sonda japonesa Hayabusa ('halcón peregrino') también marcó un hito cuando llegó a un asteroide, pero además, recogió muestras y las trajo a la Tierra. En pocos días su sucesora, Hayabusa-2, despegará con una misión: mejorar la hazaña y no repetir los fallos del pasado. El lanzamiento, previsto para el 30 de noviembre, se ha retrasado al 3 de diciembre por causas meteorológicas.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha facilitado las imágenes recogidas por el instrumento OSIRIS de la sonda Rosetta, que muestran el impresionante viaje del módulo Philae cuando tomó contacto y volvió a elevarse sobre el cometa 67P el 12 de noviembre de 2014. De momento no se ha descubierto el lugar donde ahora está hibernando este robot.
El robot Philae ha consumido sus baterias y ha entrado en un estado de hibernación por la falta de iluminación solar en el desconocido lugar donde se encuentra, pero justo antes ha logrado transmitir la información científica que han recogido sus instrumentos sobre el cometa 67P/CG. De ahora en adelante no será posible ningún contacto, a menos que llegue a sus paneles solares luz suficiente como para despertarlo.
Entre estas dos instantáneas captadas por Rosetta se observa como aparece una mancha oscura, que los científicos relacionan con la nube de polvo que originó el primer aterrizaje del robot Philae, que también aparece con su sombra sobre el cometa. / ESA