Investigadores de la Universidad del País Vasco han desarrollado un método automático para clasificar las piezas musicales y generar nuevas melodías. El avance se enmarca dentro del proyecto BertsoBot, donde se programa a robots para cantar en verso.
Nuevos materiales, robots bioinspirados, baterías de larga duración, enjambres robóticos, inteligencia artificial, exploración extrema, aplicaciones en medicina, interacción social, ética y seguridad. Estos son algunos de los diez grandes retos a los que se enfrenta la robótica que, si se superan, transformarán nuestra sociedad, según el estudio presentado esta semana por un panel internacional de expertos.
Investigadores de la Universidad de Huelva han desarrollado un sensor que alerta de las amenazas de seguridad informática en el funcionamiento de plataformas robóticas portátiles. Tras la localización de la anomalía, solventa las disfunciones y recupera la actividad normal del dispositivo.
Investigadores de la Universidad de Málaga han diseñado un entorno virtual para visualizar las operaciones de robots olfativos que detectan escapes de gases y ver como estos fluidos se dispersan. Así se recrean las condiciones reales de espacios cerrados, como oficinas, y se puede planificar la actuación de estos dispositivos robóticos.
Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid lideran la puesta en marcha de un nuevo tipo de robots autónomos subterráneos con navegación inteligente para entornos urbanos. El sistema, que se desarrolla en el marco del proyecto de investigación europeo BADGER, aspira a convertirse en un referente entre las tecnologías de excavación existentes por su alto impacto económico y social.
El mecanismo de la venus atrapamoscas, una planta carnívora que captura a sus presas cerrando dos lóbulos foliares, ha inspirado a científicos de Finlandia para crear un trampa artificial parecida que se activa con la luz. De forma autónoma, el dispositivo puede reconocer pequeños objetos y atraparlos, un avance que se podría aplicar en microrobótica.
Un robot bioinspirado, con forma de pez y equipado con sensores químicos, es capaz de detectar anomalías en el agua in situ y en tiempo real. El sistema ha sido creado por investigadores de las universidades Politécnica de Madrid y de Florencia y está pensado para ser aplicado en el control de las condiciones ambientales en piscifactorías.
El centro tecnológico vasco IK4-TEKNIKER lidera el proyecto europeo CRO-INSPECT, que busca mejorar la inspección de los alerones del avión mediante robótica colaborativa y técnicas de ultrasonidos. Estas técnicas permiten detectar defectos en áreas del componente que son difíciles de ver y acceder.
Un equipo de empresas, universidades y centros de investigación europeos van a crear un sistema robótico con inteligencia artificial para asistir a las personas de la tercera edad dentro de casa. En el proyecto, denominado MOVECARE, participan la Universidad de Málaga, el centro tecnológico catalán EURECAT y el Servicio Extremeño de Salud.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y otros centros europeos han creado un prototipo de robot vitícola que navega de forma autónoma por los viñedos para informar sobre el estado de las uvas y el mejor momento para cosecharlas. El vehículo está equipado con paneles solares, baterías, carrocería biodegradable y sensores de fluorescencia, visión artificial y ultrasonidos.