Un estudio liderado por el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía ha probado esta metodología en Cala Millor (Mallorca), el primer lugar con presencia de Posidonia oceánica donde se aplican herramientas de monitorización batimétrica. Los resultados suponen un avance en el desarrollo de esta tecnología para fondos marinos.
Las praderas de posidonia muestran lesiones graves y permanentes en sus órganos sensoriales cuando se exponen a sonidos de origen antropogénico, hecho que amenaza su supervivencia.
Un estudio liderado por expertos de la Universidad de Barcelona revela que las praderas de posidonia pueden capturar y extraer plásticos del medio marino. Este mecanismo natural podría llegar a atrapar cada año cerca de 867 millones de estos compuestos en áreas costeras.
Ibiza y Formentera, además de un paisaje idílico de arena y agua cristalina, cuentan con extensas praderas submarinas de posidonia, una planta amenazada que ayuda a proteger las playas. Para preservarla se han puesto en marcha diversas medidas legales y de conservación. Manu San Félix, biólogo marino y fotógrafo, es uno de los precursores de una app que cartografía el fondo marino para evitar los anclajes de los barcos.
El estudio de las praderas marinas puede aportar gran información sobre el proceso de devastación de los ecosistemas costeros provocado por la acción humana en las últimas décadas, así se desprende de una investigación liderada por Universidad Autónoma de Barcelona. El trabajo aporta nuevas perspectivas para gestionar los cambios ambientales y climáticos.
Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha evaluado la eficacia de la replantación de praderas submarinas de posidonia en la laguna costera de Oyster Harbour, al sur de Australia occidental. Según el estudio, que se publica en Journal of Ecology, al recuperar la posidonia se evita que se erosionen estos depósitos de carbono orgánico y que se reduzcan las zonas de captura de CO2.
Investigadores del CSIC han estudiado la relación de la temperatura con el estrés de la especie por este ácido. El calentamiento promueve la descomposición de materia orgánica, lo que favorece la acumulación del sulfhídrico.
Un equipo de científicos, entre los que se encuentran investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, ha empleado un sónar para medir praderas de Posidonia en el Parque Natural de Cabo de Gata (Almería). La novedad del método radica en orientar esta herramienta de barrido –que hasta ahora se ha empleado horizontalmente– de forma vertical. Además de mejorar los resultados, sus principales ventajas son su bajo coste y facilidad de uso.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publica un estudio que afirma la “extinción funcional” de Posidonia oceánica en el mar Mediterráneo a partir del 2050. La previsión de los investigadores se debe al calentamiento del agua superficial de las aguas.
En 2008 un violento temporal afectó a buena parte de las costas del norte de Cataluña, provocando grandes daños económicos y humanos. Un artículo de la Universidad de Barcelona afirma que el fenómeno tuvo al mismo tiempo un efecto beneficioso a grandes profundidades, ya que provocó una inyección masiva de carbono orgánico de origen marino a través de los cañones submarinos.