Investigadores del área de Zoología de la Universidad de Salamanca han analizado durante los últimos ocho años el canto de las diversas aves paseriformes en España y en Brasil. En algunas especies, el canto es fundamental para defender su territorio y atraer una pareja. Sin embargo, el ruido provocado por el hombre en ciudades y carreteras hace que las aves alteren su forma de comunicación y traten de adaptarla a las circunstancias hasta tal punto que individuos de una misma especie pero de diferentes zonas tendrían dificultades para comunicarse. De esta forma, el hombre estaría provocando de manera involuntaria una fragmentación en las poblaciones.
El Grupo Ibérico de Anillamiento (GIA), asociación dedicada a la investigación zoológica y la educación medioambiental, desarrolla desde el año 2003 un estudio de las poblaciones de tres especies de paseriformes alpinas en el Parque Nacional de Picos de Europa (acentor alpino, gorrión alpino y chova piquigualda). Estas aves son representativas del ecosistema de la zona, por lo que el estudio continuado de su distribución puede ofrecer pistas sobre los efectos del cambio climático en el lugar, así como de la influencia de actividades humanas como la ganadería o el turismo. Las campañas de estudio se basan en el voluntariado, y la próxima comienza este mismo mes de junio.