Un cerebro grande mejora la capacidad de ajustar el comportamiento a situaciones nuevas mediante el aprendizaje, lo que facilita obtener recursos en ambientes que cambian constantemente. Así lo confirma un estudio científico que pretende entender esta capacidad en las aves para predecir qué especies de pájaros y otros animales serán más vulnerables al cambio global.
Las poblaciones de aves o de mariposas que viven en hábitats abiertos se han visto perjudicadas por la pérdida sucesiva de prados o matorrales. En cambio, las que viven en áreas boscosas se han visto favorecidas. Estas variaciones se han relacionado con los cambios de paisaje que ha sufrido Cataluña y el conjunto del mediterráneo en las últimas décadas, según un nuevo estudio.
Al hablar, los humanos encadenamos sonidos que, aislados, carecen de sentido y al unirse forman un elemento sonoro con significado establecido socialmente. Se trata de la combinación de fonemas que forman el habla humana. Hasta ahora se pensaba que era una capacidad exclusiva de los humanos. Sin embargo, un nuevo estudio internacional sugiere que el gárrulo coronirrufo, un pequeño pájaro del interior de Australia, es capaz de comunicarse de esta forma.
Investigadores chinos y australianos han descubierto dos fósiles de una nueva especie, Archaeornithura memmanae, del Cretácico inferior –hace 130,7 millones de años–. Se trata de los restos más antiguos de la familia de Ornithuromorphas, los antepasados de los pájaros actuales. Estos ejemplares conservan sus plumas casi de forma completa.
Después de cuatro años de trabajo, un consorcio internacional de más de 200 científicos ha trazado el mapa filogenético de las aves modernas. El estudio resuelve incógnitas sobre las diferencias en el canto, cuándo perdieron los dientes, la relación entre los genomas de las aves y los cocodrilos, y el origen de los cromosomas sexuales de los pájaros.
Los carboneros quitan el tapón a las botellas de leche, las urracas abren hueveras y los gorriones engañan a las puertas automáticas de los bares para entrar y comer las migas del suelo. Las ciudades ya no asustan a los pájaros. Sin depredadores ni peligros, se han hecho con la urbe y la habitan sin temor a golpe de ala.
En España, mucha gente no se ha parado nunca a observar el paso de las aves y rara vez disfruta de un paseo por el campo. La biofilia, la pasión por todo lo que tiene vida y el contacto directo con la naturaleza, se está abandonando poco a poco. Lo que muchos desconocen son los beneficios que aporta a la salud.
Desde hoy y durante los próximos cuatro días, en el Caixa Forum de Madrid se expondrán las últimas novedades sobre investigación y conservación de las aves. Comienza el XXII Congreso Español de Ornitología de SEO/BirdLife, la cita científica más importante en España para quienes se dedican al estudio de los pájaros. Las actividades para el gran público convertirán el centro de la ciudad en una fiesta de las aves y la cultura.
Colibrí de cola hendida (Campylopterus curvipennis)./ PLOS ONE.