La rotura del ADN ocurre en procesos naturales como la reparación del material genético. Investigadores del CNIO han congelado cerca de 200 estructuras biológicas para ilustrar esta reacción química, que dura microsegundos. Entender este mecanismo contribuirá a mejorar las herramientas biotecnológicas para tratar enfermedades genéticas.
El trabajo, en el que participa la Universidad de Sevilla, ha permitido identificar los genes expresados en la respuesta a lesiones cardiovasculares en un organismo modelo como es el pez cebra. Los resultados, publicados en BMC Genomics, podrían ser útiles para entender la regeneración de este tejido tras un infarto de corazón en humanos.