Un pequeño murciélago café (Myotis lucifugus) afectado por el "síndrome de la nariz blanca" en una cueva de Nueva York (EE UU).
Investigadores estadounidenses han descubierto en un nuevo artículo que se publica hoy en Current Biology que tanto ballenas como murciélagos comparten la habilidad de emitir pulsaciones de sonido e interpretar los ecos que les rebotan para perseguir a sus presas. Hasta ahora, los científicos pensaban que los mecanismos eran diferentes porque estos animales lo utilizaban en diferentes entornos. Ahora, les une un mecanismo molecular.
Ballena jorobada (Megaptera novaeangliae).
Mientras que las aves migran para explotar los recursos alimenticios estacionales, la mayoría de los murciélagos migran para encontrar mejores condiciones de hibernación. Según investigadores estadounidenses y alemanes, cerca del 3% de las casi 1.000 especies de murciélagos migra cada año hasta lugares más o menos distantes.