Investigadores estadounidenses han descubierto en un nuevo artículo que se publica hoy en Current Biology que tanto ballenas como murciélagos comparten la habilidad de emitir pulsaciones de sonido e interpretar los ecos que les rebotan para perseguir a sus presas. Hasta ahora, los científicos pensaban que los mecanismos eran diferentes porque estos animales lo utilizaban en diferentes entornos. Ahora, les une un mecanismo molecular.