Los moluscos bivalvos como ostras, vieiras o mejillones han filtrado el agua y alimentado a los humanos durante milenios. Un estudio, liderado por Instituto Smithsoniano de EE UU, explica que los rasgos que los han hecho atractivos para el ser humano también han reducido su riesgo de desaparición. Sin embargo, los científicos advierten que solo una gestión sostenible los preservará para las poblaciones futuras.
Los mecanismos con los que estos cefalópodos son capaces de mimetizarse con los colores del fondo marino, mediante el control de millones de células pigmentadas de la piel, son más complejos de lo que se pensaba. Esta destreza de cambio del patrón de la piel es progresiva y diferente con un mismo sustrato.
Un equipo de paleontólogos descubrió en la Patagonia argentina los restos de un organismo desconocido y lo bautizó con el apellido del campeón mundial de fútbol. Sin embargo, no se trata de un colosal dinosaurio ni de un atlético depredador sino de una especie marina de pequeño tamaño, tan rara como resiliente.
Datado en hace 192 millones de años, Plesechioceras rochai es una nueva especie de ammonites. La investigación, liderada por la Universidad Complutense de Madrid, aporta evidencias de que los machos de algunas especies de estos cefalópodos tenían conchas de menor talla que las hembras.
Dendrodoris temarana, protagonista del #Cienciaalobestia, se describió por primera vez en 1953, pero se consideró muy similar a otra especie: Dendrodoris grandiflora. Un análisis genético ha demostrado ahora que su presencia es lo suficientemente diferente como para considerarse ‘legítima’. Al tratarse de una especie pseudocríptica, sus discrepancias respecto a otros moluscos son imperceptibles para el ojo humano.
Las técnicas de cría de animales y vegetales marinos surgieron mucho antes de lo que se pensaba, según un nuevo estudio. Un equipo de científicos canadienses demuestra que los jardines de cultivo de almejas en la isla Quadra de la Columbia Británica (Canadá) datan de hace unos tres mil años de antigüedad. Estas construcciones ancestrales fueron creadas por los pueblos indígenas costeros para alimentar a sus habitantes.
Investigadores de la Universidad de Alicante han desarrollado un método que permite cultivar una especie marina principal en combinación con otras especies capaces de aprovechar sus residuos. Además de generar un producto marino de alto valor nutricional apto para la alimentación de peces, animales domésticos y humanos a un bajo coste, la tecnología minimiza el impacto ambiental.
Las frías aguas del mar de Weddell, en el océano Antártico, han sido el escenario del descubrimiento de una nueva especie de invertebrado marino: el nudibranquio Doto carinova. Investigadores de la Universidad de Barcelona y centros alemanes son los autores del hallazgo.
Un equipo científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha descubierto que una especie de molusco gasterópodo que forma microarrecifes pudo haber sobrevivido al periodo de desecación del Mediterráneo. Los resultados podrían indicar que las tasas de evolución del ADN en estos moluscos serían superiores a las normales.