Fósiles de peces del Silúrico temprano, de hace entre 436 y 439 millones de años, aportan nuevos conocimientos sobre la diversificación inicial de los vertebrados con mandíbula, entre los que figuran los humanos. Cuatro artículos de la revista Nature presentan nuevas especies y describen los dientes más antiguos conocidos de este grupo animal.
La transición de los peces a los tetrápodos, que se produjo hace unos 390 millones de años, fue un proceso de cambio que se hizo a un ritmo evolutivo acelerado. Las innovaciones anatómicas que tuvieron lugar en el cráneo y las mandíbulas fueron fundamentales para la adaptación al medio no acuático, según indican los expertos.
El nombre de este animal es Canis orcensis, pesaría entre 15 y 20 kg y vivió hace 1,6 millones de años en la localidad andaluza que le ha dado el nombre. Su hallazgo lo lidera Bienvenido Martínez-Navarro, investigador ICREA y profesor asociado de la Universidad Rovira i Virgili.
Hasta ahora, se pensaba que, por sus adaptaciones craneodentales, la dieta de los primeros homínidos como el Homo erectus estaba compuesta por alimentos duros, como semillas o nueces. Ahora, un nuevo estudio, que ha utilizado modelos computacionales, confirma la hipótesis contraria: estos primeros humanos tenían una dieta basada en alimentos blandos como frutas y bayas.
Un fragmento de mandíbula encontrado en Israel es el fósil humano más antiguo que se ha hallado fuera del continente africano. Los huesos, pertenecientes a un Homo sapiens que vivió hace entre 200.000 y 175.000 años, indican que nuestra especie salió de África y empezó a conquistar el resto del mundo mucho antes de lo que se pensaba. En su estudio han participado varios investigadores españoles.
Un equipo internacional de científicos ha trazado un escenario distinto para el comienzo de la historia humana. El análisis de dos fósiles del homínido extinto Graecopithecus freybergi demuestra que en realidad pertenecían a individuos prehumanos. Esta nueva hipótesis sobre el origen de la humanidad sugiere que el homínino más antiguo vivió en Europa.
El análisis genético de la mandíbula de un humano moderno que vivió en Europa hace entre 37.000 y 42.000 años revela que entre el 6 y el 9,4% de su genoma procede de los neandertales, más que el de cualquier otro humano moderno secuenciado hasta la fecha. El hallazgo, publicado en Nature, confirma que este humano tuvo un pariente neandertal que vivió entre cuatro y seis generaciones previas, es decir unos 200 años antes.
Hasta ahora se creía que el antepasado común de los animales terrestres con mandíbula era un ser parecido a los tiburones actuales. Sin embargo, el hallazgo en China de un fósil de pez primitivo hace pensar a los científicos que se pudo asemejar más al grupo de los peces óseos. El estudio se publica esta semana en la revista Nature.
Cirujanos orales y maxilofaciales españoles han conseguido reconstruir la mandíbula mediante ingeniería tisular, sin necesidad de extraer el hueso de otras partes del cuerpo, lo que permite reducir los riesgos de la intervención y que los pacientes recuperen la funcionalidad de la misma sin complicaciones.
Recreación de un ostracodermo.Imagen: Brian Choo and Zhikun Gai.