Los ostracodermos, una clase extinguida de peces sin mandíbula o agnatos, podrían ser el origen de la evolución de la mandíbula de los peces vertebrados actuales. Esto es lo que indica una investigación liderada por la Academia China de Ciencias (Beijing, China) que ha estudiado los restos fósiles de un grupo de peces sin mandíbula de hace 400 millones de años procedentes de China y Vietnam. El análisis de los fósiles, por medio de la técnica de radiación de sincrotrón, revela la anatomía de la cabeza de los extintos peces sin mandíbula. A diferencia de los peces agnatos modernos –como las lampreas o los mixinos – que tienen una única fosa nasal mediana, los ostracodermos tenían “pares de sacos nasales”. Según los investigadores, esta anatomía hace que los peces sin mandíbula sean más parecidos a la de los peces vertebrados modernos, que podrían haberse “liberado” del centro de la “cara” para desarrollar sus mandíbulas. El estudio aparece publicado en el último número de la revista Nature.