Investigadores del Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía y del South Australian Research and Development Institute han publicado un novedoso estudio sobre las limitaciones del vídeo sumergido para monitorear la abundancia de especies marinas en condiciones de alta densidad, como en áreas marinas protegidas.
La temperatura, la humedad del suelo y la vegetación determinan la posibilidad de que aparezca una plaga de langosta, pero estos factores no se monitorizan en las áreas donde se producen. Esto se debe a su complejidad y a que las plagas se originan en grandes áreas de terreno, principalmente en Mauritania, zonas al sudeste de Marruecos y Sahara y en Mali, y también pueden extenderse hasta otras zonas como Egipto e incluso al sureste de la península Ibérica. Por eso, en la Universidad de Valladolid se han propuesto controlarlas por teledetección.
La extraña biología de la larva de la langosta hace que su cultivo en cautividad sea muy complejo y delicado. Hasta ahora no existían mecanismos que permitieran completar su ciclo larvario fuera de su entorno natural, pero el trabajo de un grupo de investigadores de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla permitió romper esta barrera. Han logrado completar parte del ciclo larvario de la langosta roja en cautividad, la común de las costas gallegas. Esta primera experiencia en este campo abre la puerta a futuros trabajos que permitan cultivar juveniles de langosta con garantías para afrontar todas las fases del cultivo de esta especie.
Un investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) exploró, durante la primera quincena de abril, los fondos del canal de Menorca a bordo del submarino alemán JAGO, en busca de los juveniles recién asentados de langosta roja. Gracias a esta tecnología se ha podido confirmar exitosamente la hipótesis de que el reclutamiento en profundidad es viable.
Cerebro de una langosta solitaria en amarillo y encima, en azul, el de una langosta gregaria de la misma especie.
Un equipo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estudiado el comportamiento colectivo de los grandes grupos de langostas del desierto (Scchitocerca gregaria) y cómo se originan sus pautas de movimiento. El equipo espera que los nuevos conocimientos permitan mejorar los mecanismos de control de esta plaga que afecta sobre todo al África Occidental, causando grandes hambrunas y pérdidas millonarias en los países afectados.
Estudian el comportamiento colectivo de las langostas y sus pautas de movimiento