Los jugadores de deportes muy exigentes no mejoran su supervivencia frente a los que practican otros menos intensos, tal y como indica un estudio que aparece esta semana en la revista British Medical Journal. Otro trabajo señala además, en la misma publicación, que los deportistas que han ganado medallas olímpicas viven más tiempo que el resto de la población.
Álvaro Valera nació con una atrofia espinal distal de carácter neurológico. Pero eso no le impide practicar tenis de mesa desde que era un niño. Hoy comienzan los Juegos Paraolímpicos en Londres, donde representa a la selección española en la categoría seis de ese deporte.
El protagonismo del voluntariado civil durante unas olimpiadas ha ido aumentando a lo largo de la historia. Hoy en día, su figura se ha vuelto imprescindible, tanto a nivel económico como en la organización del evento. Los expertos en el tema opinan que los voluntarios olímpicos simbolizan, junto con los juegos, “la esperanza en un mundo más solidario, igualitario y participativo”.
Nivel de competitividad (expresado con el parámetro Sn, entropía de Shannon normalizada) en las ligas NBA (línea discontinua) y ACB (línea continua) desde 1992 a 2010. El valor baja significativamente en las temporadas de la liga española posteriores a los juegos olímpicos. Imagen: Y. de Saá Guerra, J. M. Martín y J. M. García.
Pistorius es el primer corredor con las piernas amputadas en competir en unos juegos olímpicos. Imagen: Efe
Usain Bolt batió el récord olímpico en la carrera de los 100 metros lisos, que corrió en 9,63 segundos, un tiempo solo superado por su propia marca mundial de 9,58 en el Campeonato de Berlín de 2009. Los científicos coinciden en que algún día estas proezas tocarán techo. Mientras, Bolt, que combina las ventajas mecánicas de un hombre alto con las fibras de contracción rápida de uno pequeño, continúa desafiando los límites humanos.
El jamaicano Usain Bolt en unas de las últimas competiciones –Diamond League– celebrada en Roma (Italia) antes de los juegos olímpicos de Londres 2012. Imagen: Szwerink.
Imaginemos la siguiente situación. Finales de los 100 metros en los Juegos Olímpicos de Londres. Gana el jamaicano Usain Bolt. Hasta aquí nada insólito, salvo porque el corredor volvería a batir su propio récord, esta vez en 9,48 segundos. Según investigadores neozelandeses, esa sería su marca con un viento a favor de dos metros por segundo (velocidad máxima permitida) y a 999 metros de altitud. Seguramente, este récord tendrá que esperar porque la altitud de Londres es de 24 metros. Lo que está claro según los científicos es que las condiciones ambientales afectan, y mucho, al rendimiento deportivo.
A partir de los datos de los últimos cinco juegos olímpicos, una investigación de la Universidad del Oeste de Australia identifica a los atletas con asma e hiperreactividad de las vías respiratorias. Con una prevalencia de alrededor del 8%, son las dolencias crónicas más padecidas por los deportistas olímpicos y podrían estar relacionadas con el entrenamiento intensivo.