A partir de los datos de los últimos cinco juegos olímpicos, una investigación de la Universidad del Oeste de Australia identifica a los atletas con asma e hiperreactividad de las vías respiratorias. Con una prevalencia de alrededor del 8%, son las dolencias crónicas más padecidas por los deportistas olímpicos y podrían estar relacionadas con el entrenamiento intensivo.
En los deportes de verano y de invierno, los atletas que practican deportes de resistencia sufren de forma acusada asma e hiperreactividad de las vías respiratorias (AHR). Su aparición relativamente tardía en muchos atletas mayores sugiere para los expertos que los años de entrenamiento intensivo pueden ser una de sus causas.
“Inspirar el aire contaminado o frío se considera un importante factor que explicaría la causa en algunos deportes, pero no en todos”, explica a SINC Kenneth D. Fitch, investigador de la Universidad del Oeste de Australia y autor único de este estudio.
El científico identificó a los atletas con asma documentada y AHR a partir de los que durante los últimos cinco juegos olímpicos –de 2002 a 2010– utilizaron beta-2 agonistas inhalados (IBA, por sus siglas en inglés), un fármaco usado frecuentemente por atletas de élite como terapia antiasmática.
Los resultados, publicados en el British Journal of Sports Medicine, revelan una prevalencia de alrededor del 8%, lo que sitúa a estas dos afecciones crónicas como las más comunes entre los atletas olímpicos.
De hecho, debido a un incremento significativo en el número de deportistas olímpicos que notificaron el uso de IBA entre 1996 y 2000, en el año 2001 el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió que deberían justificar su uso mediante la demostración de estas afecciones. La decisión no fue una medida antidoping, sino para proteger la salud de los atletas.
Deportes de verano vs. deportes de invierno
“La calidad del aire inspirado puede ser nociva para las vías respiratorias, pero no afecta de la misma manera en todos los deportes”, señala Fitch. Por ejemplo, en los juegos olímpicos de verano, la prevalencia de asma y AHR es mucho mayor en los que practican deportes de resistencia.
Según el estudio, si hay muchos más deportistas de invierno asmáticos en comparación con los de verano, es principalmente porque en las competiciones estivales hay menos medallas individuales en deportes de resistencia.
Por su parte, en los juegos de invierno, inspirar aire frío contribuye a la lesión de las vías respiratorias. También ocurre en el interior de las pistas de patinaje, ya que las partículas en suspensión de las máquinas de repavimentación de hielo pueden provocar lesiones.
¿Por qué los atletas con asma superan a sus rivales?
Los atletas con asma y AHR han superado constantemente a sus compañeros, aunque no hay evidencia científica de que los tratamientos suministrados mejoren el rendimiento. Los aspectos genéticos podrían ser un factor clave para que los atletas sufran daños en sus vías respiratorias, pero esta hipótesis necesita ser corroborada.
El investigador australiano se pregunta si entrenar más duro que los otros competidores para mejorar sus resultados puede ser la razón por la que muchos atletas desarrollan asma y AHR en la vida adulta. Los expertos se cuestionan incluso si los cambios fisiológicos asociados con el asma representan un estímulo de entrenamiento que los no asmáticos no experimentan.
Referencia bibliográfica:
Kenneth D. Fitch. “An overview of asthma and airway hyper-responsiveness in Olympic athletes”. British Journal of Sports Medicine 46(6): 413-416, mayo de 2012. DOI: 10.1136/bjsports-2011-090814
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