Un equipo internacional, con participación de la Universidad Autónoma de Madrid, ha descrito la ‘región de mínima temperatura’ de Alfa Centauri A, una estrella a poco más de 4 años luz de la Tierra. La medida es fundamental para el conocimiento de las atmósferas estelares y representa la primera que se hace a una estrella distinta al Sol.
La ingente cantidad de datos que proporcionan instalaciones astrofísicas como el observatorio espacial Herschel y la red de radiotelescopios ALMA en Chile requiere una gran capacidad de cálculo. Entre los centros donde se gestiona esta información se encuentra el Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA) con el superordenador Finis Terrae.
El observatorio espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha detectado emisiones de vapor de agua en el disco de polvo que rodea la joven estrella TW Hydrae. Estas emisiones indican la existencia de una reserva de agua capaz de llenar miles de océanos terrestres, por lo que se abre un nuevo campo de pruebas para investigar cómo llegó el agua a la Tierra.
Cuando los telescopios observan el universo no solo detectan estrellas, planetas y galaxias, también moléculas como el agua, el metanol o el benceno. La astroquímica está experimentando una verdadera revolución gracias a los datos que aportan los nuevos instrumentos, como el Herschel, y sus últimos avances se han presentado este año en España. El objetivo es conocer cómo se forma la materia en las grandes nubes moleculares del universo.
Un equipo de astrofísicos ha detectado por primera vez oxígeno molecular (O2) en el espacio, lo que puede ayudar a explicar cómo se “esconde” parte de este elemento. El hallazgo se ha realizado en la región de Orión gracias a las observaciones del telescopio espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Los chorros de agua que expulsa Encélado, una de las lunas de Saturno, forman un gigantesco anillo de vapor de agua alrededor del planeta. El descubrimiento se ha realizado gracias a las observaciones del telescopio espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Imagen de la Supernova 1987A. Foto: Pasquale Panuzzo
El satélite Herschel ha descubierto que las nubes interestelares más cercanas a la Tierra contienen redes de filamentos gaseosos.
El satélite Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha descubierto que las nubes interestelares más cercanas a la Tierra contienen redes de filamentos gaseosos. Estos filamentos tienen una anchura similar, lo que sugiere que podrían ser el resultado de estampidos sónicos en la Vía Láctea. El satélite también ha observado que en las partes más densas de estos filamentos se hallan las estrellas más jóvenes.