Un equipo internacional de investigadores publica esta semana en la revista Science un estudio que arroja luz sobre por qué las galaxias jóvenes contienen polvo. Los científicos han encontrado respuestas al examinar la Supernova 1987A, ubicada a 160.000 años luz de la Tierra, a través del telescopio Herschel de la Agencia Espacial Europea. Esta explosión estelar despidió una gran masa de polvo frío al espacio, entre 0,4 y 0,7 veces superior a la del Sol. Los expertos concluyen que supernovas como la 1987A pueden generar polvo suficiente como para crear las grandes masas que se observan en las galaxias jóvenes.