El agente causante de las hepatitis C y B son una de las causas de este tipo de cáncer, uno de los más frecuentes en la sangre. Identificar precozmente la infección puede ayudar a prescribir el tratamiento adecuado y evitar que derive en patologías malignas.
Los pacientes que adquieren hepatitis C y logran suprimir el virus sin tratamiento podrían tener un mayor riesgo de desarrollar trastornos hepáticos y otros problemas de salud en el futuro. Así apunta una investigación liderada por el Centro Nacional de Microbiología.
Varios países han detectado cuadros de hepatitis de origen desconocido en niños previamente sanos. Los expertos barajan como causa más plausible la infección por adenovirus, aunque un nuevo estudio apunta también al SARS-CoV-2. En España, las autoridades sanitarias insisten en que no hay motivo para la alarma ya que la cifra de casos es aún inferior a años anteriores.
El Premio Nobel de Medicina 2020 ha recaído en los descubridores del virus de la hepatitis C. El jefe de grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, explica que en nuestro país se espera su erradicación en apenas cinco años.
La investigadora británica Helen Lee ha creado un kit de diagnóstico instantáneo y de bajo coste para detectar el VIH y la hepatitis en países en vías de desarrollo. Su creación ganó por abrumadora mayoría la votación popular del Premio al Inventor Europeo 2016, cuya ceremonia se celebró la semana pasada en Lisboa. Esta plataforma ha sido ya utilizada para el diagnóstico de VIH con 40.000 personas en África Subsahariana.
Por primera vez un análisis integral in vivo de las estructuras granulosas presentes en el citoplasma de las células eucariotas, conocidas como P-bodies, pone de manifiesto que determinadas alteraciones de estas estructuras están relacionadas con diversas patologías. Así lo indica un trabajo liderado por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Ramón Bataller, experto en hepatología de la Universidad de Carolina del Norte, alertó durante una conferencia en el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra del estigma que sufren las personas que padecen patologías de origen alcohólico y de la necesidad de instaurar medidas de detección precoz.
Infografía con detalles sobre las características y transmisión de la hepatitis B. / Efe
Un trabajo presentado en el Congreso sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, celebrado la semana pasada en Seattle (EE UU), revela que la incidencia de hepatitis E en pacientes infectados por VIH se eleva a 7,2 casos por cada 100 pacientes al año. La tasa es mucho mayor en pacientes procedentes del medio rural (17,4 casos por 100 pacientes al año).