El aceite extraído de oleaginosas puede ser utilizado como combustible para vehículos agrícolas sin menoscabo en su rendimiento, lo que permite a los agricultores tener una mayor autosuficiencia energética. De la extracción del aceite se obtiene, además, un subproducto denominado torta grasa, que resulta óptimo para la alimentación de ganado, ya que presenta un contenido de proteína y perfil de ácidos grasos interesante.
La grasa es una fuente de células madre mesenquimales, que poseen una gran capacidad de regenerar el tejido vascular del corazón. Así lo indica una investigación española, dirigida por Francisco Fernández-Avilés, investigador del Hospital Gregorio Marañón, que va a ser presentada durante el ‘VII Simposio sobre Terapia de Células Madre e Innovación Cardiovascular’, que se celebrará en Madrid los días 6 y 7 de mayo.
Los adipocitos son células especializadas en almacenar energía en forma de grasa.
Expertos del Instituto de la Grasa (CSIC) han iniciado el proyecto de excelencia dirigido a analizar la evolución de la grasa subcutánea durante la curación del jamón ibérico. Los científicos, entre los que encuentran investigadores de la Universidad de Sevilla (US), consideran que este proceso es clave para obtener un producto final de calidad, ya que hay reacciones químicas que causan la degradación de la fracción de grasa y la formación de compuestos que son los responsables del aroma característico del jamón ibérico, el parámetro de calidad más importante.
Células de tejido adiposo de ratón generadas en laboratorio.
Las dietas de adelgazamiento que no se ajustan a la composición de grasa, masa muscular y metabolismo energético, es decir, las calorías que se consumen en reposo, apenas son eficaces. De ahí, que cada vez sean más los especialistas –endocrinos, dietistas, nutricionistas o médicos del deporte--, que recomiendan a sus pacientes un exhaustivo estudio de composición corporal que, sin embargo, no es fácil de obtener en Aragón.
Científicos del Instituto de la Grasa (CSIC), junto con investigadores de la Universidad de Almería y del Instituto de Agricultura Sostenible (CSIC), han realizado un estudio exhaustivo de la planta del ricino, situándola como la mejor adaptada al cultivo en Andalucía para la producción de ácidos grasos destinados al uso industrial. Entre otras aplicaciones, el aceite extraido de esta planta podría servir para la síntesis de plásticos, lubricantes o biodiesel, a través de procesos que reducirían considerablemente el uso de energía y agua en relación al tratamiento del petróleo para la obtención de productos similares.