El aceite extraído de oleaginosas puede ser utilizado como combustible para vehículos agrícolas sin menoscabo en su rendimiento, lo que permite a los agricultores tener una mayor autosuficiencia energética. De la extracción del aceite se obtiene, además, un subproducto denominado torta grasa, que resulta óptimo para la alimentación de ganado, ya que presenta un contenido de proteína y perfil de ácidos grasos interesante.
El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario -Neiker-Tecnalia- está investigando el aprovechamiento de este aceite como combustible y la capacidad alimenticia de las tortas de oleaginosas. El centro tecnológico estudia también distintos procesos para mejorar el cultivo de colza y girasol, las dos especies oleaginosas que mejor se adaptan a las condiciones agroclimáticas del País Vasco. El proyecto, denominado Plusoleo, está financiado por el Gobierno Vasco a través del programa + Euskadi 2009.
El aceite extraído directamente del prensado de semillas de colza y girasol puede ser adicionado al gasoil en una proporción de hasta el 30% del depósito de combustible, sin que los motores sufran ningún tipo de alteración y sin que sea necesaria ningún tipo de modificación de los mismos, según han podido comprobar los investigadores de Neiker-Tecnalia. Además, del prensado de las semillas se obtiene la citada torta grasa, que contiene entre un 16 y un 20% de materia grasa y entre un 25 y 27 % de proteína, según las muestras analizadas en los laboratorios del centro de investigación. Estos valores evidencian que las tortas presentan un valor nutricional "muy interesante" para la alimentación animal.
La producción media de colza es de 3.500 kilos por hectárea, y con su prensado se pueden obtener unos 1.160 litros de aceite, que el agricultor puede emplear para autoconsumo de combustible, con el consiguiente ahorro económico, o para su venta a un precio que oscila entre 67 y 84 céntimos de euro. La opción de extraer el aceite y venderlo resulta más beneficiosa económicamente que la opción de vender la cosecha en bruto. Además, de los 3.500 kilos producidos por hectárea pueden obtenerse, tras el prensado, unos 2.300 kilos de torta de colza, que el agricultor puede utilizar para su venta o para la alimentación de su propio ganado.
Aplicaciones en alimentación animal
La composición nutricional y el valor nutritivo son los dos valores fundamentales para evaluar cualquier alimento a la hora de incluirlo en la dieta de los animales de granja. Las tortas obtenidas por procedimientos mecánicos (que son aquellos al alcance de los agricultores) presentan un mayor contenido en materia grasa que las obtenidas del prensado por procedimientos industriales, en los que se usan distintos elementos químicos. Además, proporcionan una mejor información de la trazabilidad de la proteína destinada a alimentación animal. Las tortas obtenidas en granja por simple presión en frío de las semillas presentan entre un 11 y un 33 % de materia grasa por kilo; mientras que en las tortas industriales la proporción es de entre un 2 y un 3 %.
En los laboratorios de Neiker-Tecnalia se han analizado distintas muestras de torta de colza proveniente del País Vasco. Estas muestras obtuvieron entre un 16 y un 22 % de materia grasa y entre un 25 y un 27 % de proteína por kilo de torta, valores de gran interés nutricional.
Las tortas de colza y girasol son, además, ricas en ácido linoleico y linolénico, ácidos grasos esenciales y precursores de las familias de ácidos grasos Omega 6 y Omega 3. Las ovejas alimentadas con este material presentan un perfil de ácidos grasos con unas mejores cualidades nutricionales.
Precisamente, el centro tecnológico está trabajando también en el proyecto Laresne, financiado por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y desarrollado en colaboración con la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU, en el que se investiga la alimentación de las ovejas con las tortas y el efecto de éstas sobre parámetros zootécnicos y de calidad de la leche.