Investigadores de la Universidad de Córdoba han analizado la influencia que ejerce la presión del dióxido de carbono sobre el metabolismo de las levaduras durante la segunda fermentación que se lleva a cabo en la elaboración de los vinos espumosos. Los mayores cambios se observan en los contenidos de los ésteres asociados a sus aromas frutales y florales.
Investigadores de la Universidad de Córdoba han desarrollado un sistema, basado en modelos matemáticos, que predice la aparición y evolución de bacterias del género Salmonella en productos lácteos caseros, dependiendo de las condiciones de temperatura e higiénicas del alimento. En una herramienta gratuita denominada ‘MicroHibro’ se han integrado las guías para alertar del riesgo bacteriano.
La cerveza Lager tiene un sabor acentuado y se sirve fría, pero el secreto de su éxito reside en las levaduras híbridas capaces de fermentar a bajas temperaturas, y cuyo origen genético es aún desconocido. Un equipo de científicos ha reconstruido a través del análisis de su genoma parte de la historia de hibridación de estos valiosos microorganismos, que también permiten la fabricación de fármacos humanos y nuevos biocombustibles.
Investigadores españoles han comprobado en laboratorio que la fermentación y la ultrafiltración, un proceso para concentrar el lácteo, aumentan la cantidad de nutrientes de la leche de cabra que el aparato digestivo utiliza en sus funciones. Los resultados se recogen en un estudio publicado en la revista Food Chemistry.
La metodología, desarrollada por investigadores de la Universidad de Córdoba, permitirá modificar los microorganismos que participan en la formación del velo de flor, un proceso natural y espontáneo propio de los vinos jerezanos y de Montilla-Moriles (Córdoba). Gracias a esta técnica, los investigadores pretenden mejorar propiedades como el aroma, el sabor o el color de estos vinos.
Un proyecto de investigación hispano-argentino en el que participan científicos de la UNED propone utilizar las zanahorias descartadas para fabricar bioetanol. Obtener biocombustible a través de la fermentación de azúcares es algo común, pero hasta ahora no se había probado con estas hortalizas.
La fermentación maloláctica es una parte clave del proceso de fabricación de la sidra, ya que reduce la acidez. El ácido málico, componente común en la fruta, sufre una transformación química, y se convierte en ácido láctico. En el caso de la sidra natural vasca (al contrario que con el vino), después de dicho proceso no se suele realizar ningún tratamiento de estabilización microbiológica. Por consiguiente, las bacterias lácticas se convierten en la microbiota dominante. Algunas de estas bacterias originan alteraciones que pueden afectar a las propiedades de la sidra.
La oxigenación controlada de los vinos tintos puede aplicarse en distintos momentos de la vida del vino. La finalidad de esta técnica es diversa: reducir la astringencia, estabilizar el color, eliminar olores de carácter reductor, etc. Alicia González del Pozo ha aplicado técnicas de microoxigenación en vinos navarros de las campañas 2004 a 2008 y ha evaluado el efecto a corto y largo plazo de dicho tratamiento.
El Grupo de Instrumentación Electrónica de la Universidad de Oviedo, junto con investigadores de la Universidad de Valladolid y del Instituto tecnológico de Viticultura y Enología de Requena, acaban de finalizar un proyecto conjunto para crear un sistema que asista al enólogo en el proceso de fermentación del vino. El sistema permitirá acabar con las añadas irregulares, conseguir el nivel de alcohol adecuado y evitar que se produzcan otras fermentaciones no deseadas.
La Resonancia Magnética Nuclear (RMN) es una herramienta de enorme potencial para la supervisión y control de procesos biológicos como la fermentación alcohólica y maloláctica, según han demostrado investigadores de la Universidad de La Rioja en colaboración con Bodegas Patrocinio SCL. Su estudio, puntero en el ámbito internacional, ha sido publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry.