La Tierra ha vuelto a superar en 1 °C la temperatura media preindustrial por octavo año consecutivo y los satélites han registrado concentraciones máximas de CO2 y metano, según el Servicio de Cambio Climático del programa europeo Copernicus. El pasado año fue el quinto más cálido a escala global, con temperaturas elevadas nunca vistas en algunas zonas, y el segundo en Europa, que también tuvo su verano más caluroso de la historia.
La Comisión Europea ha presentado hoy su propuesta final para que la energía nuclear y ciertas plantas de generación eléctrica a partir del gas se consideren inversiones “verdes”, una controvertida iniciativa que aún podrían bloquear los Estados miembros o el Parlamento Europeo.
Uno de los principales responsables del cambio climático es la agricultura animal, pero ¿qué ocurría si abandonáramos la producción de ganado en todo el mundo? Un equipo de científicos se ha hecho esta pregunta y revela que su eliminación progresiva durante los próximos 15 años tendría el mismo efecto que la reducción del 68 % de las emisiones de CO2 hasta el año 2100.
Las colas de los aviones suelen ser verticales y centradas en su parte posterior, pero investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han calculado que si su configuración es en V bajan las emisiones de óxidos de nitrógeno en casi un 2 % y por encima del 1 % las de CO2, además de conseguir ahorrar un 0,7 % en combustible.
Un equipo de científicos con participación española ha hallado altas concentraciones de mercurio, el tercer elemento más peligroso según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades, en tres especies de estas aves. El estudio muestra que el metal se estaría acumulando en los ecosistemas antárticos.
El aumento de las temperaturas está provocando que algunos ecosistemas no puedan recuperarse nunca, ni siquiera logrando los objetivos a largo plazo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso, los biólogos moleculares han alzado su voz en la Cumbre del Clima de Glasgow para mostrar que esta rama de las ciencias de la vida puede en un futuro aportar soluciones a la lucha climática.
Las ciudades copan el protagonismo en la Cumbre del Clima de Glasgow. En ellas se encuentran algunos de los problemas, pero también parte de la solución. En España, los municipios de más de 50.000 habitantes deberán implementar antes de 2023 su propia Zona de Bajas Emisiones como parte de los esfuerzos contra el cambio climático.
Aunque durante los confinamientos se produjo un descenso en las emisiones globales de dióxido de carbono, en 2021 estas han vuelto a aumentar, según los expertos del Global Carbon Project. En países como China y la India, se han superado incluso los niveles de 2019. Los científicos piden reducir las emisiones cada año en una cantidad comparable a la registrada durante 2020 para poder lograr la neutralidad climática en 2050.
Liderados por la Unión Europea y EE UU, un centenar de países acordaron ayer en la Cumbre del Clima de Glasgow reducir este gas de efecto invernadero para 2030 y así limitar el aumento de las temperaturas en 0,2 ºC para 2050. La medida permitiría evitar 200.000 muertes prematuras, cientos de miles de ingresos hospitalarios de emergencia por asma y la pérdida de 20 millones de toneladas de cosechas al año.
Los objetivos actuales marcados por los países solo reducen el 7,5 % de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero previstas para 2030, cuando se necesita el 55 % de recorte para limitar el aumento de la temperatura media global a 1,5 ºC. Con el ritmo actual, el mundo está abocado a sufrir un incremento de 2,7 ºC para finales de siglo.