Las parras para las uvas de mesa y el vino se domesticaron simultáneamente, hace 11.000 años, con la llegada de la agricultura. Así lo determina una investigación con la mayor muestra genética de plantas de vid recolectadas hasta la fecha en distintas ubicaciones geográficas.
Han creado peces cebra mutantes a los que les han eliminado el gen BAZ1B mediante la técnica CRISPR/cas9. Los resultados del estudio indican que carecer de él está relacionado con un comportamiento dócil y afable, un paso más para aclarar el ‘síndrome de domesticación’.
El análisis del genoma de una mandíbula de perro de unos 9.500 años de antigüedad de Siberia revela que el antepasado de los perros de trineo actuales apareció al principio del Holoceno en el Ártico asiático. El equipo de investigación, con participación española, ha encontrado similitudes en la adaptación a la vida en el Ártico con los perros de trineo modernos.
Un equipo internacional, con participación española, ha secuenciado el genoma de una muestra de trigo egipcio de 3.000 años de antigüedad. El análisis de ADN de este cereal antiguo demuestra que los humanos ya lo habían sometido a un proceso de domesticación en el año 1.000 a.C. Según los científicos, el trabajo sirve para encontrar variantes genéticas que puedan adaptarse mejor al cambio climático.
Científicos del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona del CSIC han descrito los cambios que se producen en un grupo de genes en las etapas tempranas de la domesticación y que desembocan en unos rasgos comunes en todos los animales domésticos. Los resultados del estudio sugieren que, tras varias generaciones, estos cambios epigenéticos pueden integrarse en el genoma y perdurar.
Cuando estás comiendo, tu mascota levanta las cejas y adopta un aire de tristeza, así sabes que te está pidiendo que compartas. Esa expresividad no la tenían los primeros perros domesticados. El movimiento de sus cejas evolucionó con el tiempo y ha permitido que ambas especies nos entendamos mejor.
La autodomesticación propone que el ser humano ha sufrido, a lo largo de su evolución, un proceso de juvenilización para limitar la agresividad. Asimismo, la cognición visoespacial está relacionada con la evolución anatómica de las regiones parietales del cerebro. Un nuevo estudio plantea si ambas características podrían haber tenido influencias reciprocas o mecanismos compartidos.
El análisis del genoma de cerca de 300 equinos proporciona nueva información sobre cómo las antiguas civilizaciones manejaban, intercambiaban y criaban a estos animales durante los últimos 5.000 años. Los datos indican una gran pérdida de diversidad genética, así como la existencia de dos linajes de caballos actualmente extintos.
Cerca de 60 años han dedicado los científicos a estudiar el zorro y tratar de domesticarlo. Durante este experimento a largo plazo, el Instituto Ruso de Citología y Genética ha seleccionado grupos de zorros para recrear el proceso de domesticación como el que ocurrió de los lobos a los perros modernos. Ahora se ha secuenciado por primera vez su genoma y se han detectado 103 regiones responsables de su comportamiento dócil o agresivo.
Hace 10.000 años los humanos empezaron a moldear a los animales salvajes para explotarlos. Como resultado hoy tenemos cabras y ovejas. Aunque ambas especies han seguido procesos independientes de modificación genética, un equipo de científicos revela que tomaron sendas evolutivas parecidas. El trabajo explica el “síndrome de la domesticación”: diferentes especies domésticas comparten caracteres similares.