El análisis del genoma de una mandíbula de perro de unos 9.500 años de antigüedad de Siberia revela que el antepasado de los perros de trineo actuales apareció al principio del Holoceno en el Ártico asiático. El equipo de investigación, con participación española, ha encontrado similitudes en la adaptación a la vida en el Ártico con los perros de trineo modernos.
El perro es el mejor y más antiguo amigo del ser humano. Sin embargo, a pesar de las décadas de estudio, todavía no hay un consenso respecto cuándo y dónde se domesticaron los perros por primera vez y cuándo fueron incluidos en algunas de las actividades humanas que aún perduran.
Estudios anteriores habían apuntado a que lobos y perros evolucionaron de un linaje de lobos ya desaparecido hace unos 15.000 años, antes de que los humanos formaran las sociedades agropecuarias.
En los últimos años, han aparecido en Siberia artefactos del Paleolítico Superior, hace entre 30.000 y 10.000 años, compuestos de hueso cortado, cornamenta y marfil, similares a las herramientas empleadas por los inuits modernos para asegurar las correas del arnés de los perros, lo que sugería los orígenes antiguos de los trineos de perros.
También destacaban los hallazgos arqueológicos de la Isla de Zhokhov en Nueva Siberia, Rusia, donde se han identificado pruebas de tecnología de trineos y fósiles de una mandíbula de perro de unos 9.500 años de antigüedad, que se ha analizado ahora.
Ahora, un equipo de investigación internacional coliderado por Tomàs Marquès-Bonet, investigador principal del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), centro mixto de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y CSIC, y por Anders J. Hansen y Thomas P. Gilbert del Globe Institute, ha realizado el estudio genómico de los restos del can para profundizar en cómo se dio el origen y la domesticación temprana de los perros de trineo.
“Este estudio genómico ha permitido identificar las variaciones genómicas clave que definen el perro de trineo moderno, y ha confirmado que provienen del noreste del Ártico asiático hace 9500 años, donde apareció la tradición del uso de perros para tirar de los trineos en desplazamientos de hasta 1.500 km”, comenta Marc de Manuel, primer autor del estudio e investigador postdoctoral hasta recientemente en el grupo de Genómica Comparativa del IBE.
Junto al fósil de Zhokhov, los científicos analizaron el genoma de 10 perros de trineo actuales de Groenlandia y de un fósil de lobo de 30.000 años de antigüedad de Siberia. Los resultados, publicados en la revista Science, revelan una gran semejanza genética entre el fósil del perro de Zhokhov y los perros de trineo modernos, una raza indígena usada para la caza en trineo en la actualidad por los inuits.
Según la investigación, las adaptaciones que caracterizan a los perros de trineo actuales se establecieron en el noreste del Ártico asiático hace 9.500 años, como son la temperatura, la actividad física en condiciones extremas y la alimentación pobre en almidón.
Perro de trineo en Groenlandia. / Carsten Egevang / Qimmeq
El equipo de investigación identificó el gen TRPC4, involucrado en la sensibilidad a la temperatura, como ya se había observado en mamuts adaptados al frío. Otro gen muy diferenciado en los perros de trineo es el gen CACNA1A, involucrado en la adaptación a la hipoxia, con un posible papel beneficioso para la actividad física en el Ártico.
En relación a la alimentación, el análisis genómico reveló que ni el perro de Zhokhov ni los perros modernos de tiro muestran adaptaciones genéticas a una dieta rica en almidón, como sí lo hacen muchas otras razas de perro adaptadas a las sociedades agropecuarias.
El estudio genómico también ha confirmado que los perros de tiro se cruzaron en algún momento con una población de lobos que se extinguió, pues se ha detectado un flujo genético procedente de lobos siberianos del Pleistoceno.
El equipo de investigación cruzó además la información genómica con otras evidencias arqueológicas con el fin de reconstruir la historia evolutiva y la relación entre el perro de Zhokhov y los perros de trineo actuales.
En conjunto, las evidencias genómicas y los restos de tecnología relacionadas con el uso de trineos halladas en el sitio de Zhokhov apuntan a que los trineos de perros supusieron una ventaja para los viajes y transporte de larga distancia de recursos esenciales para el mantenimiento de las poblaciones humanas en el noreste del Ártico asiático al principio del Holoceno.
“Los perros se adaptaron al estilo de vida de los humanos en el Ártico, y muy posiblemente fueron esenciales para llevar a cabo tareas como la cacería y el suministro de alimentos a la comunidad”, comenta De Manuel.
Dado que los perros de trineo son uno de los linajes de cánidos más antiguos de los que han llegado a la actualidad, la información revelada en su genoma puede ser clave en la búsqueda del origen de los perros, aún en entredicho.
“Los perros han acompañado durante milenios a los humanos. La combinación de datos genómicos con evidencias arqueológicas puede arrojar mucha luz a la historia y la evolución de los cánidos y también a su papel en las sociedades humanas más antiguas", concluye Marquès-Bonet. Este estudio podría ser de utilidad en el desarrollo de planes de conservación para los perros de trineo, actualmente en peligro de extinción.
Referencia:
Mikkel-Holger S. Sinding et al. “Arctic-adapted dogs emerged at the Pleistocene–Holocene transition” Science, 2020; DOI: 10.1126/science.aaz8599