Las personas con un mayor cociente intelectual son más rápidas al detectar el movimiento de objetos pequeños, pero mucho peores cuando se trata de objetos de gran tamaño. La explicación está en que el cerebro suprime la información de fondo para centrarse en los detalles importantes.
El consumo regular de cannabis se asocia con una disminución del rendimiento intelectual, en especial entre los adolescentes, según un nuevo estudio publicado en la revista PNAS. Los investigadores afirman que estos jóvenes consumidores sufren más problemas de atención y memoria.
Los hijos de aquellas madres que tomaron más pescado durante el embarazo obtuvieron mejores resultados en los test de inteligencia verbal, motricidad y conducta social. Así lo recoge un estudio que publica el American Journal of Clinical Nutrition y coordinado desde la Universidad de Granada (UGR).
El estudio de imágenes cerebrales de personas en distintas fases de su adolescencia sugiere que el cociente intelectual factor puede subir y bajar durante esta etapa de la vida.
El equipo de la genetista Isabel Tejada del Hospital de Cruces ha descrito por primera vez en el mundo que la duplicación del gen RPS6KA3 produce una discapacidad intelectual límite con madres portadoras asintomáticas. Este gen se encuentra en el cromosoma X, un cromosoma del que el laboratorio de genética del hospital vizcaíno es referencia desde hace años en el ámbito internacional. La investigación completa se ha publicado en la revista científica Pediatrics.
"El incremento de población con discapacidad intelectual en cárceles prueba el fallo en los sistemas de detección, prevención e intervención en las situaciones de riesgo". Este es uno de los resultados que se desprende de la tesis doctoral La discapacidad intelectual en el ámbito penal penitenciario. Procesos de exclusión y de integración social realizada por la profesora Clarisa Ramos Feijoo y defendida recientemente en la Universidad de Alicante.
¿Deben los científicos estudiar la relación entre raza y coeficiente intelectual?
Una investigación internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha caracterizado un nuevo síndrome clínico junto con la alteración genética que lo produce, lo que permitirá un diagnóstico más temprano y certero de un trastorno que, aunque conocido, no estaba correctamente identificado. El estudio, en el que participan investigadores de Estados Unidos, Israel, Japón y España, tiene importantes implicaciones en el diagnóstico y tratamiento de las personas enfermas.
En el Simposio Internacional sobre Programación de la Nutrición Temprana, que se celebra en Granada el 23 de abril se presentarán pruebas de que los cambios en la dieta temprana pueden implicar efectos a largo plazo en la estructura del cerebro.