Un equipo internacional con participación del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas ha descubierto en el microbioma humano una entidad biológica desconocida a la que han llamado ‘Obelisco’. Se trata de un nuevo tipo de agentes infecciosos más simples que los virus. Se hallan en bacterias de nuestro cuerpo y sus implicaciones para nuestra salud son aún desconocidas.
Estos diminutos autómatas, desarrollados por un equipo de la Universidad de California, han demostrado su eficacia en ratones. Lograron frenar el crecimiento y la propagación de los tumores en los órganos respiratorios, lo cual aumentó la tasa de supervivencia de los animales, según los autores.
En algunos países los búhos se consideran portadores de mal presagio y muerte, en otros, animales sabios y misteriosos. Estrellas de películas de animación, compañero mágico de Harry Potter o un replicante más en Blade Runner, estas aves son las protagonistas del último libro de la escritora Jennifer Ackerman, donde se entrelaza arte y ciencia.
Un estudio del CSIC muestra que durante la evolución tanto los genes únicos como las redes genéticas de un órgano se pueden reutilizar en otro con una función diferente.
Entre los galardonados, se encuentran el virólogo Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, y el físico Ángel Rubio Secade, del Instituto Max Planck Gesellschaft en Hamburgo (Alemania).
En un mundo mil millones de veces más pequeño que un metro, las barreras entre disciplinas se diluyen. Es en este ámbito donde la científica Sonia Contera investiga los sistemas biológicos y cómo surge la materia a escala nanoscópica en el universo. Lo cuenta en su último libro: Nanotecnología viva, donde también propone una mirada más amplia de la ciencia.
El jurado destaca la contribución de estos tres científicos a los enfoques que reconocen el papel imprescindible de las comunidades de microorganismos en la vida sobre la Tierra. Gordon es un investigador pionero en el estudio del microbioma humano, mientras Bassler y Greenberg han demostrado la importancia de la comunicación entre bacterias y su papel en las infecciones.
Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares concluye que la toxicidad de compuestos farmacológicos utilizados para interferir con la angiogénesis, es decir, la creación de vasos sanguíneos nuevos en el cáncer o en enfermedades cardiovasculares, no se puede explicar por los cambios genéticos que producen.
Investigadores españoles han cartografiado y evaluado económicamente las reservas de carbono azul y el CO2 secuestrado por los sebadales de las Islas Canarias. Los resultados apuntan a que sus existencias están en descenso y que, si se sigue la tendencia actual, el coste en daños futuros se estima en 126 millones de euros.
Un trabajo científico en el que participan investigadores del CSIC aporta nuevas claves sobre el papel de la huntingtina en la formación de agregados proteicos tóxicos en el cerebro de las personas que padecen esta enfermedad neurodegenerativa rara.