La Agencia Espacial Europea ha contratado a la empresa Deimos Space para integrar en Puertollano (Ciudad Real) un ‘objeto contenedor de evaluación de reentrada destructiva’. Este satélite recogerá valiosas mediciones durante su reentrada y ruptura reales en la atmósfera, lo que ayudará a disponer de sistemas espaciales más desechables frente al aumento de la basura espacial.
Con cada vez más satélites y basura espacial sobrevolando el planeta, se hace indispensable la labor de los vigilantes del tráfico celeste. Su misión, prevenir posibles accidentes y evitar un catastrófico efecto dominó sobre nuestros cielos, donde la pregunta sobre si habrá sitio para todos también flota en el aire.
La Agencia Espacial Europea ha confirmado que Heritage ERS-2, después de observar la Tierra y un largo periodo de degradación orbital, se rompió en pedazos este miércoles al entrar en la atmósfera terrestre sobre el Pacífico norte. La previsión es que sus fragmentos se hayan quemado y, de momento, no se han reportado daños.
La mayoría de los restos del cohete Long March 5B se desintegrarán durante su reentrada en la atmósfera terrestre, prevista para este 8 o 9 de mayo, y la probabilidad de que caiga algún fragmento en zonas pobladas es muy pequeña, según los servicios de vigilancia espacial, aunque el objeto está descontrolado. Un radar de la base de Morón (Sevilla) proporciona datos al consorcio europeo que realiza el seguimiento.
Más de 129 millones de objetos mayores de un milímetro orbitan alrededor de la Tierra, amenazando los satélites que conectan a la humanidad. Para abordar el problema, este martes se ha inaugurado la 8ª Conferencia Europea sobre Basura Espacial, con el estreno de la película Time to Act. La anfitriona del encuentro virtual es la Agencia Espacial Europea (ESA), que en 2025 tiene previsto lanzar la primera misión del mundo para eliminar los desechos espaciales.
Este mes dos técnicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) han analizado las tres grandes ‘bolas’ que cayeron sobre la Región de Murcia en noviembre. Mientras llegan los resultados, el ingeniero aeronáutico Emmet Fletcher (Leicester-Reino Unido, 1970), portavoz de la ESA en España y Portugal, explica sus impresiones sobre estas negras esferas y otros aspectos de la basura espacial.
Un resto de basura espacial cae en un sembrado de Murcia. / EFE/Guardia Civil
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han completado el proyecto internacional BETs sobre deorbitado de basura espacial mediante amarras electrodinámicas. Uno de los resultados es el simulador BETsMa, un software con el que las agencias y empresas aeroespaciales podrán efectuar un análisis preliminar de este tipo de misiones para devolver los viejos satélites a la Tierra.
Radar de pruebas en España. / ESA
Los especialistas mundiales reunidos en la 6ª Conferencia Europea sobre Basura Espacial, celebrada esta semana en Alemania, advierten que es urgente limpiar los restos de los satélites y otras naves espaciales lanzados durante la última década. También insisten en que los nuevos satélites deberían ser más sostenibles.